Retazos de mi vida

FAMILIA POLÍTICA

“De mi retiro en el reposo augusto
mantengo indemne la ilusión florida;
machaco prosa por ganar la vida
y esculpo versos para darme gusto”.
Pedro Mata Domínguez.

La palabra retazo tiene dos acepciones básicas en el diccionario: trozo de tela que sobra después de cortar una pieza mayor y fragmento de un discurso o de un escrito. Cualquiera de las dos es aplicable a lo que a continuación escribo, al mismo tiempo que complemento con una breve historia que pretende explicarlo todo.
    Mi tía Angelita, allá, en nuestra añorada ciudad de Tlaxcala, ejercía el noble oficio de confeccionar prendas de vestir para mujeres de diferentes clases sociales. Con los trozos de tela sobrantes, armaba pacientemente bonitas colchas, en un rompecabezas multicolor. Al observarlas con curiosidad infantil, me daba cuenta de que ningún retazo perdía su identidad, aun cuando formara parte de un todo mayor.
    En otro orden de ideas, llamó mi atención el discurso de Joaquín Sabina al recibir un premio (que en este momento no viene a mi memoria). Lo notable fue su estructura en perfectos versos octosílabos; que interpreté como una serie de retazos poéticos.
    Con estos antecedentes, me decidí a abandonar, momentáneamente, mi afición por el soneto, para escribir, en Décimas*, fragmentos de mi biografía, esto, con la intención de que puedan leerse cada una por separado, o en conjunto, como partes de un todo mayor.
    Bajo el mismo título de este texto, amenazo con publicar, pronto, un libro, cuyas primicias adelanto:

Mil novecientos cuarenta
y siete, el onceavo mes.
Lo supe tiempo después
cuando ya me daba cuenta,
que el pasado no se inventa
y el futuro es consecuencia.
No se dan por coincidencia
las reflexiones de un viejo.
Son la fuente del consejo;
 de vivir, el arte y ciencia.

Fecha de mi nacimiento
muy pobre pero feliz,
allá en mi San Juan Solís.
En su polvo y en su viento
no recuerdo sufrimiento
ni me atormenta algún mal;
soy hermano del nopal
y espero nadie lo evite,
que a la sombra de un mezquite
celebren mi funeral.

Mi padre fue de a caballo,
mi madre Profe rural
y no me pregunten cuál
de los dos tendría mi fallo
preferencial, porque me hallo
ante un cariño parejo:
ella, la letra, el consejo,
él, su ejemplo de hombre recto.
Los dos un solo proyecto:
su único hijo, hoy medio viejo.

Antes de mi nacimiento
aprendí a leer ¡lo juro!
Desde su vientre maduro,
La Profe, sin ser su intento,
de las letras el cimiento
sembró y hoy que soy un hombre,
pienso y bendigo su nombre:
Leer, escribir ¡Qué vibre
la imaginación!  ¡Ser libre!
¡Nada bajo el sol asombre!

*Décima: composición poética cuya exigencia métrica es tener diez versos octosílabos que deben rimar el primero con el cuarto y el quinto; el segundo con el tercero; el sexto con el séptimo y el último, y el octavo con el noveno.

Related posts