
Cada mes el Congreso Local, destina alrededor de 1 millón 442 mil pesos en el pago de los sueldos de 29 diputados que en promedio ganan 48 mil pesos y el presidente de la Junta de Gobierno cuyo salario es de poco más de 50 mil pesos; sin embargo, a pesar de contar con un salario que los diputados cobran con puntualidad, la falta de quórum en las sesiones se han hecho una constante, además de que en promedio las sesiones comienzan con la presencia de entre 19 y 25 diputados de lo 30 que integran la Legislatura.
Ayer, nuevamente en la 65 Legislatura y por segunda vez en la semana, la Sala de Plenos contó con la presencia de menos de 15 diputados lo que provocó que la sesión fuera interrumpida para esperar a que los legisladores regresaran a sus curules, razón por la que la diputada presidenta de la mesa directiva del mes de septiembre, Lisset Marcelino Tovar del partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) dio un ultimátum para que los diputados regresaran, de lo contrario “suspendería la sesión para reanudarla en la noche”.
Tras un receso de poco más de cinco minutos, nuevamente hubo quórum con 20 de 30 diputados y la diputada aprovechó para recordarles a los que no estuvieron y a los que se habían ausentado que están ahí para trabajar: “les hago un atento llamado para que puedan permanecer las y los diputados en el recinto legislativo les recuerdo que fueron electos para representar al pueblo y para estar aquí cumpliendo con sus obligaciones”.
Finalmente la sesión se reanudó con 20 diputados y continuó el desahogo de la orden del día, pero la “costumbre” de sesionar siempre sin la presencia de varios diputados y diputadas continúa, al menos, por el momento.