Reporte: Mediocridad

De adicto a ADICTO
La gente mediocre es adicta a decir mentiras, su vida es una mentira que apesta más que el basurero municipal

Navidad, sin alcohol, ni drogas
Se que no soy el único recuperado, tengo amigos que son un verdadero ejemplo a seguir en sobriedad, por sus formas de vivir en pareja, con familia y sobre todo, por sus patrones de conductas, hoy, la cena de navidad, la noche buena, tiene un alto significado, el nacimiento del niño Jesús, la celebración de su presencia en nuestros corazones, mi compromiso para predicar con el ejemplo, engrandecer el respeto hacia los míos, dar lo mejor de mí a cada uno de los miembros de mi familia, demostrar con amor, lo que significa para mi tener una familia como la que tengo, es gratitud a Dios por el cúmulo de bendiciones, comprobar que la familia es sagrada, que es una gran responsabilidad viví la vida, libre de sustancias y conductas tóxicas, he podido disfrutar 20 cenas de nochebuena sin alcohol, sin cocaína, sin neurosis, hoy puedo estar en una discoteca, un bar, una fiesta o una cena en familia, sin beber, sin estar anestesiado, comprendo que la vida tiene otro sentido, el tiempo perdido, perdido, se  es mediocre, cuando no valoro nada, cuando no respeto y me meto en lo que  no me importa, el mediocre se pasa la vida lamentándose, quejándose, no le pone acción a la vida, es conformista, apático, aislado, irresponsable, soberbio incapaz de resolver su propios problemas, es un verdadero conflicto para todo el mundo, ni el mismo se entiende, es inmaduro, endeble, hiper mediocre, con tendencias al fracaso total en todo lo antisocial, su vida es un verdadero fiasco y mientras no cambie, mientras no madure y se respete así mismo, solo hasta ese momento, seguirá hundido en su pantano de arenas movedizas que entre más torpe sea, más se hunde y será, el mediocre de mediocres, un nacido, bueno para nada. La gente mediocre es adicta a decir mentiras, su vida es una mentira que apesta más que el basurero municipal.

La familia alcohólica
El adicto, el borracho empedernido, el mediocre, el mentiroso, el mal hecho, el corrupto, el mal servidor, aprende sus patrones de conducta en casa, a ese niño irreverente, ingobernable, berrinchudo, no se le enseña lo que es el respeto, no se le ponen los límites  a tiempo y adquiere la soberbia de su ser, se convierte en el niño caime mal, capaz de golpear a su madre y hermanos, capaz de retar al padre y ser un verdadero problema de convivencia en su escuela, es fácil detectar a esos niños, que son candidatos a convertirse en drogadictos, rateros, ladrones, malos servidores públicos, porque crecen sin hábitos, ni patrones de conducta, crecen sin la más mínima noción de lo que es el respeto, esos niños, mal educados, mal comportados, son quienes portaran las amenaza de adultos y serán capaces de descargarla ante cualquiera, la mediocridad, se contagia, se hereda y se aprende en casa, se es perezoso, conformista, tramposo, indeciso, se es engañifa, carente de orden, madurez y de compromiso, un mediocre, lo es de por vida, mientras no quiera cambiar sus conductas tóxicas, por ello, no hay recuperación en el mundo de los adictos, salvo sus honrosas excepciones, un mediocre, cree que su madre siempre va a estar ahí soportando su vida ingobernable, cree que cada vez que toque un fondo, habrá de aparecer la madre rescatadora y salvarlo una vez más, mientras continuara atascandose de sustancia y tocando más y más fondos, la familia se enferma más que el adicto y es el cuento de nunca acabar,. El que nace para maceta, de corredor no pasa.- La madre o la esposa de un adicto mediocre, crece en su neurosis, se torna mecha corta, explosiva, intocable, el adicto le robo la paciencia, le robo la dignidad y tarde que temprano, se cansa y lo manda a freír espárragos, decisión tardía que debió haber asumido cuando la adicción apenas y surgió, hay adictos que son la maldición de la familia y son expertos en desmoronar el hogar, el llevarlos a la quiebra económica, simplemente porque el adicto es un mediocre empedernido, bueno para nada, un cero a la izquierda, con quien puedes hacer un gran negocio, comprarlo en lo que vale, es decir, un cacahuate y venderlo en lo que él cree que vale, sintiéndose , el Rey de Inglaterra y ese es el sello de distinción de un adicto como yo, creerse superior a cualquiera.

Mediocridad de universitarios
Es de suponerse que la formación académica, permite una educación formal, digna, que una persona con educación, es sinónimo de sencillez, humildad y vocación de servicio, todo ello, es contrario a las actitudes nefastas de funcionarios universitarios como es el caso de Ramón Olvera Cobos, quien cobra como director de extensión Universitaria de la UACH, un tipo, acomplejado, inseguro, inestable emocional, que no tiene la más mínima idea de lo que significa  servir a una comunidad, la política déspota, elitista, racista al discriminar a los usuarios, es una clara muestra de su alto nivel de mediocridad, el actúa y habla a nombre de la universidad, es un vocero y un representante que trata con la punta del pie a quienes requieren hablar con él, mi pregunta:,¿de qué se cree este mediocre universitario de que está hecho? Si es un manojo de nervios, endeble, inseguro, que se escuda en sus amigos que lo protegen y le permiten sus ineptitudes. – Tanto peca, el que mata la vaca, como el que le amarra la pata. – Dime con quien te juntas y te diré quién eres. – ¿Eres cómplice de la mediocridad?

Las características de un mediocre
No tienen la educación, ni la cortesía de contestar un recado o llamado telefónico, ignoran los mensajes, se llenan de soberbia y no responden, se siente la virgen de la discoteca o la Reina de Inglaterra, mantienen las puertas de sus oficinas cerradas, son selectivos, elitistas, racistas, atienden solo a los que ellos quieren y no, a quienes necesitan hablar con ellos, se creen eternos, los dueños del cargo que desempeñan, se les olvida, que en la grandeza, está la sencillez, que es muy importante ser agradable, pero es más agradable ser importante, se les olvida, que el que no vive para servir, no sirve para vivir, estos mediocres universitarios como Olvera, desconocen que en esta vida hay que sumar, no restar, ni dividir, sino multiplicar, que nada es para siempre, ni bueno ni malo, que no hay enemigo pequeño, que como amigo, tengo defectos, como enemigo soy casi perfecto. Todas las conductas tóxicas son producto de la genética, los  comportamientos nefastos, tienen antecedentes en abuelos y padres, se es tóxico por contagio, se es soberbio por miedo, por nefasto y sé lesiona a las personas, por un vacío espiritual, no solo los adictos activos son mediocres, no solo los que tocan fondos, son mediocres todo aquel que se sube al ladrillo y se marea, todo aquel que no tienen ni la más mínima noción de lo que es el servicio público, que desconoce, porque nadie se lo enseñó, los principios morales, basados en el respeto, la empatía y el servicio, sé que este tipo de nefastos, habrán de pasar a la historia, cuando se legisle una ley en contra de los ineptos, mediocres funcionarios públicos, como Olvera Cobos,  que abundan y que se creen hechos a mano.- Dios que los cuide.- Gracias por leerme y más por escribirme.- ernestosalayandia@gmail.com más información en montrealquebeclatino.com

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