Han sido diez las ausencias lloradas en la entidad, y a muchos parece no importarles, pareciera que con trajes de luces, salen a torear a la muerte
Rompieron un cristal del “Reloj Monumental” de Pachuca, fue la noticia de septiembre del año 2015, en aquella ocasión no permitían que la gente se acercara a esta parte del monumento, hoya casi cinco años después podemos ver no sólo al reloj sino a la Plaza Independencia, rodeada de cintas que prohíben el paso, en esta ocasión no se trata del posible riesgo de que un pedazo de cristal caiga del cielo y perjudique a una persona o la mate, en esta ocasión la medida es para hacer frente a un enemigo extremadamente pequeño pero letal en algunos casos, el coronavirus Covid-19.
Sin embargo, a varias personas parece no importarles, en este y otros puntos han roto las cintas plásticas, y a las autoridades no les queda más que regresar y anudarlas. En la Plaza Independencia, se puede observar la presencia de elementos de la policía municipal, sin embargo, las personas aún desacatan la orden, y descansan en las bancas dentro de dicha plaza.
En tanto, la noticia de muertes, casos positivos, y el primer lugar que tiene Pachuca en el estado respecto a los contagios, parece importarles poco a algunos pachuqueños, los que desde lejos se ve que no vienen de sus trabajos, que no fueron de compras, que salen a las calles como disfrutando de lo solitarias que lucen por el fantasma de la muerte que auguran que llegará con una fase tres de la contingencia sanitaria en México.
Al menos han sido diez los muertos que el Covid-19 le ha dado a Hidalgo, han sido nueve las ausencias lloradas en la entidad, y a muchos parece no importarles, pareciera que con trajes de luces, salen a torear a la muerte, con el riesgo de regresar a casa y contagiar a sus familias y con ello dar muerte a los más vulnerables.
Por otra parte, pareciera que se han olvidado de los indigentes que andan en las calles, de la población que va al día, de las señoras que venden artesanías hechas de palma en los cruceros, mismas que en una situación sin contingencia se enfrentan al riesgo de no vender lo suficiente para comer al siguiente día. También está el hombre que en pleno crucero ha salido a vender bolsas de nopales, por un momento pareciera que se consciente a los grandes empresarios pero se han olvidado de esas personas vulnerables, que no salen a buscar la muerte sino el sustento para seguir con vida.
Se cumplirá un mes de que se puso en marcha el Operativo Escudo en la entidad, y mientras las redes sociales muestran el hartazgo de algunas personas por tener a los hijos en casa durante estos días, es muy probable que el encierro se prolongue algunas semanas más. Los taxistas suenan el claxon una y otra vez, a momentos pasa de ser el sonido para ofrecer un servicio al de poder llevar el sustento para la familia un día más.
Así la vida en la Bella Airosa, entre gente que no sale de casa y aquellos que hasta reuniones hacen, los que salen, los que se pasean retando al virus. Sin contar los que no tienen donde resguardarse, los que deben trabajar, los que no saben cómo terminarán cuando concluya esta contingencia.