El tema de la religión en China es complicado, ya que al entrar a los templos budistas podemos observar un sinfín de estatuas sin saber quiénes son o porqué están ahí, sin embargo conforme nos adentramos en el país podemos distinguir un poco entre el budismo, el taoísmo, el confucianismo y la religión antigua, aunque cabe destacar que algunos estudios hablan del sincretismo religioso y cómo todos estos conocimientos se apelmazan en algunos templos, se combinan en otros.
Sin embargo, gran parte de la población en China no se considera dentro de una religión, pero cuando hay necesidad de pedir un favor “imposible” se acude al templo para encender inciensos y pedir el favor de los seres supremos. De igual forma cabe destacar que aunque en occidente se consideren religiones, tanto el budismo, taoísmo y confucianismo no son consideradas como tales.
El budismo es considerado como una doctrina filosófica y espiritual en la cual se busca mediante la meditación y la renuncia a lo material, el poder trascender al siguiente plano espiritual hasta alcanzar la iluminación. A diferencia de lo que solemos pensar, el budismo no tiene dioses, a través de las escrituras budistas se busca la perfección del hombre a través de los principios morales, se cultiva la bondad y la compasión. Debemos recordar que el budismo tuvo su origen en India y que tras el haber alcanzado el conocimiento supremo, Siddharta Gautama se convirtió en “Buda”, que significa “el iluminado”, por esta razón su figura es venerada en muchos de los templos chinos, y tanto él como los “bodhisatva” se han convertido en ejemplos a seguir para alcanzar la iluminación.
Sin embargo la forma en que la antigua religión y las doctrinas filosóficas se sincretizaron nos permiten entender un poco más sobre esto. No todos los dioses antiguos se retomaron por el budismo, sólo aquellos que fueran ejemplo de lo que se predica en esta doctrina, dioses que tuvieron en su mito un derrame de bondad o compasión por ejemplo, tienen un lugar reservado dentro del templo.
Taoísmo
Por otra parte, el taoísmo tiene al filósofo Lao-Tse como uno de sus precursores, y esta doctrina filosófica buscaba el equilibrio así como la inmortalidad entendida esta como llegar a viejos en plenitud, para lo cual se debe poner en práctica los denominados “tres tesoros”, la frugalidad (no comer ni beber en exceso), la compasión y la humildad.
Uno de los símbolos taoístas que más ha trascendido por sus conceptos, es el del “Yin y el Yang”, con el que se representa la dualidad y el equilibrio que debe perseguir el hombre, es decir las dos fuerzas “fundamentales” y que siendo opuestas también son complementarias. Así al Yin se le considera como el principio femenino, la oscuridad, la noche; mientras que el Yang es el principio masculino, el día, la luz.
Finalmente y por lo poco que algunos de mis amigos de China pudieron explicarme, el Tao es el principio generador de todo el universo, mientras que el Yin y el Yang son las fuerzas que equilibran esa creación, todos estos conceptos sin la personificación de un Dios.
Confucianismo
Religión antigua
Aunque la mayoría de los hogares que visité, las familias se concebían como no practicantes de una religión, varias de estas conservan altares en los que ofrendan comida o incienso a los dioses de la religión antigua, sobre todo en el medio rural, en donde se pueden ver altares con fotografías de los ancestros, así como enormes cuadros en los que se ven imágenes como la de los tres sabios “Fushoulu” cuyos nombres son Shou, Fu, y Lu dioses de la longevidad, la prosperidad y la felicidad, respectivamente. Por lo general siempre aparecen juntos y tienen relación con las tres estrellas que forman el “cinturón” de la constelación de “Orión”, mismas que en occidente se conocen como “los tres Reyes Magos”.
También en los negocios se pueden observar figuras como la de Bi Gan, dios de la abundancia, o la de Kuan Kung el guerrero inmortal que tiende a brindar protección, así como Cai Shen, dios de la riqueza, mismos que también han sido retomados en la tradición taoísta.
Guanyin
Cuenta la leyenda que el dios supremo, el Emperador de Jade, abrió las puertas del palacio de jade en el cielo para que una mujer pudiera entrar, se trataba de Guanyin o KuanYin como también se nombra, sin embargo ella decidió quedarse con los humanos para ayudarles a trascender e ingresar en su momento al palacio de jade, e hizo la promesa de que no entrará hasta que el último de los mortales cruce la puerta del gran palacio.
Otra de las historias aunque budista, refiere que la diosa hizo la promesa de ayudar a todos los seres humanos para ser liberados del “sámara” (ciclo eterno del nacimiento, vida, muerte y reencarnación), sin embargo al no poder cumplirla se convirtió en polvo, por lo que otro dios pidió autorización para formarla de nuevo y se le otorgaron mil ojos y mil manos así como 11 cabezas para escuchar, ver y ayudar a todos los necesitados.