Home Destacadas REPORTAJE ESPECIAL | Almoloya: en busca de magueyes y pulque

REPORTAJE ESPECIAL | Almoloya: en busca de magueyes y pulque

0
REPORTAJE ESPECIAL | Almoloya: en busca de magueyes y pulque

En el pulque, pesa aún el desprestigio que injustamente se le impuso institucionalmente a esta bebida de dioses y herencia de nuestros ancestros. Tras recorrer los llanos de Apan, que abarcan al municipio de Almoloya, es imposible dimensionar e imaginar, que estos campos infinitos de cebada fueron alguna vez magueyales que dieron plusvalía a las haciendas pulqueras que aún se erigen y se mantienen de pie, desafiando el tiempo y añorando recuperar el prestigio que les arrebataron las cerveceras después de los años 20’s del siglo pasado. 

Hoy, se unen esfuerzos para recuperarlas no sólo por razones ecológicas ni agrícolas, sino para darle otra oportunidad al maguey en estos valles y aprovechar sus múltiples beneficios y, en algún momento, convertir a este corredor de haciendas, en un atractivo, donde el pulque juegue un papel preponderante. 

Visitamos Almoloya, Hidalgo, la primera parada la hacemos en San Isidro Tetlapayac, Marciano Hernández Dorantes, encargado de una plantación, que tiene su parcela en comodato a personal del ayuntamiento para la siembra de maguey pulquero, nos platica con nostalgia: “Hasta donde sus ojos alcanzan a ver, todo era una magueyera, nuestros abuelos de ahí se mantuvieron”. 

En la comunidad de La Coronilla, don Julián Durán Arroyo, nos recibe en su casa, a un costado, su pequeña plantación la tiene cerca para poder vigilarla, porque en estos valles, el maguey corre riesgos de quienes se roban sus pencas y hasta el corazón mismo de la planta. La utilizan para extraer una fibra, utilizada para la producción del mixiote. 

Según datos oficiales, son más de 400 las especies de maguey mexicanos, evidentemente para estas planicies, son los pulqueros. En el rancho La Virgen, don Pedro Rodríguez Jiménez hace una evaluación de los beneficios que el maguey representa para estas tierras y para los productores y nos presume con orgullo los suyos. 

“El maguey debería ser la planta maravillosa, porque tiene excelentes cualidades, porque además de generar además del empleo, el gusano blanco, el chinicuil, la producción de escamol, pero lo más importante, es la retención de la humedad”. 

Y sí, fue la industria cervecera en el siglo pasado, la que promovió el desprestigio del pulque, por eso, los productores terminaron con la planta y prefirieron cultivar cebada para alimentar esta industria, pero él explica: “del maguey, todo es aprovechable y genera mayores ganancias”. 

La preocupación es también institucional por devolverle la gloria a estas tierras. La presidenta municipal, Blanca Margarita Ramírez Benítez, a través de Susana Hernández Rodríguez, directora de Servicios Agropecuarios, proyecta que 13 mil nuevas plantas serán entregadas a los productores con los hijuelos de estos magueyes, en pocos años habrá una producción significativa. 

Arcadio Rodríguez Flores, un hombre de esos que de esta tierra son prodigio, herencia de esta tradición, nos recibe en su hacienda, una construcción del siglo XVII, cuyas glorias se dieron en el auge del pulque. 

Con él la recorremos y no pierde la fe, de que este corredor, recobre no solo su popularidad, sino su productividad y hoy, un valor agregado: el turismo, para lo cual se preparan y trabajan, para convertir esta zona en un destino que ponga de nuevo en el mapa de México y el mundo a esta región. 

A este esfuerzo, se ha sumado también la iniciativa privada, como es Grupo Modelo, instalado en Apan. Sebastián Trujillo, gerente de comunidad de esta compañía cervecera, informa, que parte de su programa ambiental, está la siembra de 220 mil plantas en estos valles, demostrando que los cultivos de cebada y maguey pueden converger y quizá, hasta hagan las paces entre esta industria y la bebida de los dioses. 

Creemos, que con este esfuerzo, así como juntos casi extinguieron el maguey en estos valles, podrán cristalizarse los objetivos que productores, instituciones y la iniciativa privada han emprendido. Y es que de estos valles, se han escrito poemas, canciones y en la historia misma y si los poetas, cancioneros e historiadores lo dicen, por algo ha de ser, no es casual y tal vez pronto, muy pronto, podamos decir: ¡que vivan los pulques de Apan y por supuesto, de Almoloya, Hidalgo!