
Esta fruta no estaba valorada hasta que llegó lo que llaman “la ola gourmet” y en los últimos cinco años, incluso hasta los gringos nos las compran. La granada hidalguense, especialmente la que se produce en Ixmiquilpan, Chilcuautla y Tasquillo, ha cruzado la línea divisoria y en algunos casos, ha llegado “más allá del charco”, como aquí le dicen.
Chilcuahutla
Nuestra primera parada, es en El Xothí, en el municipio de Chilcuautla, ahí nos recibe, Omar Santiago Mayor, un productor de menor escala quien nos explica la lucrativa producción de este fruto, que hasta hace pocos años, solo se limitaba al mercado local y prácticamente era para el autoconsumo.
Los campesinos utilizan las plantas para delimitar sus parcelas, formar bordos y evitar la erosión, más que para una producción a alta escala, sin embargo entre los meses de julio y agosto, es tiempo de cosechar.
Son dos tipos de granada: la negra y la roja, ambas valoradas en el mercado, pero la primera, eleva su precio porque es escasa y más apreciada. El producto normalmente es comprado por restaurantes para la temporada de los “chiles en nogada”, platillo que se prepara entre los meses de agosto y septiembre.
Otro de los mercados locales son los productores de vinos, hechos a base de la granada. Quienes no tienen la posibilidad de exportar, se limitan a los consumidores regionales, quienes les han dado un valor agregado a este producto de temporada.
Tasquillo
Ahora, nos dirigimos a Tasquillo a la comunidad de El Bondhi, ahí, Salvador Lorenzo Cristóbal, también un productor de esta fruta de temporada, nos explica que las prolongadas sequías de meses pasados, afectaron el crecimiento del fruto y su escasez.
En este municipio, además del mercado gourmet, también está el local, donde algunos productores de licor han aprovechado la producción para darle un valor agregado y buscar otro tipo de consumidores.
Este esfuerzo, ha permitido que los productores se vean beneficiados, porque el precio del producto ya no se malbarata y representa un ingreso, que para estos tiempos es de gran ayuda para quienes dependen directamente del campo.
“En su momento no era tan valorada, porque no era reconocida la fruta. Antes sacábamos de aquí y las llevábamos al mercado”. También platica que gracias al uso en la cocina, mermeladas y en las bebidas preparadas, hoy la granada ha cobrado un prestigio para paladares más exigentes.
Tasquillo incluso creó el festival de la granada, que se celebra en el mes de agosto, pero que la pandemia del Covid-19, frenó como ha frenado otras tantas actividades que tienen estancada a la economía y a los planes, como a estos productores que por segundo año, tienen que reinventarse para promocionar sus productos mediante otras alternativas.
De los huertos a la cocina, a los mercados o a la industria, la granada hidalguense, lleva el valor de la tierra, del trabajo de los productores, de los mexicanos, que a pesar de todas las adversidades, no se rajan, para darle sabor, a un platillo, a un dulce o a un licor.