Después de Chávez Sudamérica se derechizó
• La primera visita de un primer ministro israelí marca el cambio de tono del discurso internacional de la región, tras una década de lazos con Irán
Conviene precisar, como advierte Mauricio Dimant, jefe del área de América Latina del Instituto Truman de la Universidad Hebrea de Jerusalén, que desde la creación del Estado de Israel varios presidentes han visitado naciones americanas y que si no ha habido viajes de ningún primer ministro es porque éste reserva sus salidas para asuntos muy relacionados con su acción de gobierno
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, comenzó en Argentina una gira por varios países americanos, que también le llevará a Colombia y México. Es la primera vez que un jefe de Gobierno de Israel visita Latinoamérica.
El viaje a Buenos Aires ha sido posible gracias a la salida del poder de Cristina Fernández de Kirchner, cuya marcha marcó el año pasado un cierto repliegue del bolivarianismo en la región.
El nuevo presidente argentino, Mauricio Macri, ha corregido el tono antiisraelí propio del populismo bolivariano, uniendo fuerzas con el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, quien ya combatió ciertas declaraciones de sus socios de Mercosur y con quien Netanyahu también ha concertado una entrevista en Buenos Aires. La elección de Kuczynski en Perú a comienzos de 2016 ha aportado otra voz de simpatía hacia Israel en Suramérica.
Si el ascenso y extensión del bolivarianismo, especialmente entre 2005 y 2012, supuso un aumento de la presencia iraní en la región, mediante la apertura de embajadas de Irán y la firma de acuerdos estratégicos con Venezuela, Bolivia y Ecuador, el declive de la influencia bolivariana ha ido acompañado de una retirada de «efectivos» iraníes.
Ahora, en cierta manera, cambian las tornas, y la visita de Netanyahu contribuye a dar visibilidad a un aumento de las relaciones con Israel, que se han ido concretando en recientes acuerdos comerciales.