Home Nuestra Palabra Replantear la educación XVII

Replantear la educación XVII

0

Dinámica Educativa
(Tomado del documento homónimo publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO)

    “Hacia unos sistemas abiertos y flexibles de aprendizaje a lo largo de toda la vida.
    El reconocimiento y la validación del conocimiento y las competencias adquiridos por múltiples vías de aprendizaje son, no obstante, parte del marco del aprendizaje a lo largo de toda la vida. Como ya se ha dicho, las novedades sociales están fortaleciendo la importancia de una educación a lo largo y a lo ancho de la vida. El concepto no es nuevo, pero conserva su importancia como medio de sistematizar y organizar el aprendizaje de manera general y equitativa. Sitúa en el centro mismo el empoderamiento de los estudiantes de todas las edades.
Teniendo en cuenta los desafíos que presenta el desarrollo científico y tecnológico, así como el crecimiento exponencial, al que ya hemos aludido, de la información y el conocimiento, el aprendizaje permanente reviste una importancia crítica para evaluar y enfrentar los nuevos modelos de empleo y alcanzar los niveles y tipos de competencias que los individuos y las sociedades necesitan. El buen funcionamiento de sistemas abiertos y flexibles de aprendizaje permanente depende de los mecanismos de reconocimiento, validación y evaluación del conocimiento y las competencias a través de los espacios dedicados a la educación y al trabajo:
* Vincular marcos transparentes de competencia basados en los resultados.
Con esta intención, el Tercer Congreso Internacional sobre Educación y Formación Técnica y Profesional (Shanghái 2012) formuló esta recomendación: ‘Apoyar las vías flexibles y la acumulación, el reconocimiento y la transferencia del aprendizaje individual mediante sistemas de calificación transparentes, bien articulados y basados en los resultados’.
* ¿Hacia unos ‘niveles de referencia mundiales’ para el reconocimiento del aprendizaje?
El crecimiento masivo de los desplazamientos interregionales de trabajadores es la causa de los estudios actuales de viabilidad de la elaboración de Niveles de Referencia Mundiales para el reconocimiento del conocimiento y las competencias en el plano mundial.
* ¿Hacia una convención internacional para el reconocimiento de la educación superior?
Más allá de los convenios regionales al respecto, la UNESCO ha empezado hace poco a estudiar la posibilidad de elaborar una convención internacional para el reconocimiento de la educación superior.
Replantear la educación para la ciudadanía en un mundo diverso e interconectado.
Nuevas expresiones de la ciudadanía.
La educación pública ha cumplido siempre una importante función social, cívica y política, emparentada con la identidad nacional, la creación de un sentimiento de comunidad de destino y la formación de la ciudadanía. El concepto de ciudadanía alude a la pertenencia de un individuo a una comunidad política definida dentro de un estado-nación. La ciudadanía como tal puede ser un concepto discutido y susceptible de diversas interpretaciones, sobre todo en sociedades divididas.
Los derechos fundamentales derivados de la ciudadanía pueden serles rehusados a grupos minoritarios, como los migrantes y los refugiados. En la actualidad, la definición de ciudadanía sigue centrada en el estado-nación, pero el concepto y su práctica se están transformando por la influencia de la mundialización.
Las comunidades sociales y políticas transnacionales, la sociedad civil y el activismo son manifestaciones de formas emergentes ‘post-nacionales’ de ciudadanía. Al crear nuevos espacios económicos, sociales y culturales más allá de los estados-nación, la mundialización contribuye al advenimiento de nuevos modos de identificación y movilización fuera de los límites del estado nacional.
Dificultades para la educación nacional.
Así pues, cada vez resulta más difícil la función que incumbe al estado en la definición y constitución de la ciudadanía, a causa de la aparición de formas transnacionales de esta. Así es la realidad, pese a que el estado siga siendo el espacio más importante de la ciudadanía, a la vez ‘como condición jurídica formal y proyecto normativo o aspiración’. Las nuevas tecnologías de la comunicación y los medios sociales son un catalizador esencial de esta transformación, especialmente entre los jóvenes.
Ciertamente estos representan en la actualidad una oportunidad formidable, porque son la generación más educada, informada y conectada de la historia de la humanidad. Su participación es cada vez mayor en formas alternativas de activismo civil, social y político, espoleados por los medios y las tecnologías de comunicación social que les abren nuevas vías de movilización, colaboración e innovación.
La función que cumple la educación formal en la socialización cívica y política está siendo puesta en tela de juicio por la influencia de los espacios, relaciones y dinámicas nuevos que ofrecen los medios digitales. Además, el nuevo universo digital, caracterizado por los blogs, Facebook, Twitter y otros medios de comunicación social, obligan a replantear las nociones clave y las diferencias entre el sector público y el sector privado.
Reconocimiento de la diversidad cultural y rechazo del chauvinismo cultural.
Cada vez goza de mayor reconocimiento la diversidad cultural, ya sea históricamente inherente a los estados nación (sin olvidar las minorías lingüísticas y culturales y los pueblos autóctonos) o fruto de la migración. Ésta, en particular, está aportando una mayor diversidad cultural en los sistemas de educación, en el trabajo y en la sociedad en general, pero asistimos también a aumento del chauvinismo cultural y la movilización política motivada por la identidad que representan graves desafíos para la cohesión social en el mundo entero. La diversidad cultural es una fuente de riqueza, pero también puede suscitar conflictos si la cohesión social se ve sometida a tensiones.
Fomentar la ciudadanía responsable y la solidaridad en un mundo globalizado.
Corresponde a la educación un cometido primordial del fomento del conocimiento que hemos de adquirir: en primer lugar, un sentido de destino común con el entorno social, cultural y político, local y nacional, así como con la humanidad en su conjunto; en segundo lugar, conciencia de las dificultades que tiene planteadas el desarrollo de las comunidades gracias al entendimiento de la interdependencia de los modelos que rigen el cambio social, económico y ambiental en el plano local y en el mundial; y, en tercer lugar, el compromiso de participar en la acción cívica y social en base al sentido de responsabilidad individual en relación con la comunidad, a nivel local, nacional y mundial.
Celebrar la diversidad cultural en la educación.
La educación debería celebrar la diversidad cultural. El incremento de la diversidad en la educación puede mejorar su calidad al ofrecer tanto a los educadores como a los educandos la diversidad de los puntos de vista y la variedad de los mundos vividos. Hay que insistir en la dimensión cultural de la educación, en el espíritu de la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural (2001) y la Convención de la UNESCO sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Manifestaciones Culturales (2005).” (Continuará).
*Rector de la Universidad Tecnológica Bilingüe de Mineral de la Reforma (UTMiR-BIS).