Dinámica Educativa
(Tomado del documento homónimo publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO)
“Cambiar la dinámica de la cooperación internacional.
Desde la publicación del Informe Delors (1996) y la aprobación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000), la dinámica de la ayuda internacional se ha modificado considerablemente. Así como el flujo de la ayuda Norte-Sur mantiene su importancia, la cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular tienen un papel cada vez más destacado en el desarrollo internacional. También han contribuido a modificar las relaciones entre países y a establecer una nueva estructura de la ayuda internacional.
Los países han de afrontar dificultades cada vez más parecidas (desempleo, desigualdades, cambio climático, etc.), y hay actualmente una demanda de universalidad e integración como rasgos esenciales de la futura agenda de desarrollo para después de 2015.
Ciertamente la universalidad implica que todos los países tendrán que modificar su trayectoria de desarrollo, cada uno siguiendo su propio enfoque y sus propias circunstancias. Este cambio de modelo obliga a pensar en términos de responsabilidades compartidas de cara a un futuro común.
4. ¿La educación como bien común?
Al replantear la educación en un nuevo contexto mundial, no solo hemos de reconsiderar sus finalidades, sino también la forma en que se organiza el aprendizaje. Teniendo presentes la diversificación de alianzas y las difusas fronteras entre lo público y lo privado, es preciso replantear los principios que rigen la gobernanza de la educación y, en particular, el principio normativo de la educación en su calidad de bien público y cómo debe entenderse en el contexto cambiante de la sociedad, el estado y el mercado.
El principio de la educación como un bien público bajo presión.
Una demanda creciente de inclusión, transparencia y rendición de cuentas.
Los individuos y las comunidades progresivamente se empoderan gracias a la consolidación de la democracia en muchos países y a la ampliación del acceso al conocimiento, tanto por medio de la educación formal como de las tecnologías digitales. Dicha ampliación está dando lugar a una demanda creciente de expresión en los asuntos públicos y de cambio de las formas de gobernanza local y mundial.
Aumenta la demanda popular de más claridad, equidad, igualdad y rendición de cuentas en los asuntos públicos. Aunque buena parte de esa demanda de más expresión se produce en el plano local o nacional, tampoco deja de aumentar en el plano transnacional y suscita problemas que preocupan en todo el mundo. Conlleva un papel más destacado de los agentes no estatales, ya sean organizaciones de la sociedad civil o empresas, en la gestión de los asuntos públicos en el plano local, nacional y mundial.
Esta afirmación se aplica a la política educativa cuando tanto el sector público como el privado tienen interés en participar en la creación de sociedades inclusivas del conocimiento. Se observa que ese incremento de la expresión social tiene sus efectos en los marcos de los planes de estudios, los libros de texto y las políticas en relación con una acción afirmativa.
Creciente participación privada en la educación.
En todo el mundo se intensifica la tendencia a la privatización de la educación en todos sus niveles. En el decenio pasado, ha aumentado la tasa de matrículas en instituciones educativas privadas, sobre todo en lo que respecta a la educación primaria en países con bajos ingresos, y a la postsecundaria no terciaria en las economías más desarrolladas de Asia Central. La privatización de la educación puede entenderse como el proceso por el que pasan de manos del estado o de las instituciones públicas a individuos y organismos privados las actividades, los haberes, la gestión, las funciones y las responsabilidades propias de la educación. Por lo que respecta a la educación escolar, dicho proceso adopta diversas formas, por ejemplo, las escuelas religiosas, las escuelas privadas baratas, la ayuda extranjera o las escuelas internacionales dirigidas por organizaciones no gubernamentales (ONG), las escuelas concertadas, contratadas y pagadas con vales, la escolaridad a domicilio y la instrucción personal, y las escuelas orientadas al mercado y al lucro. Si bien la participación del sector privado en la educación no es ninguna novedad, lo que tienen de nuevo estas manifestaciones es su escala, alcance y penetración en todos los aspectos de la educación.
Consecuencias de la privatización en el derecho a la educación.
La privatización de la educación puede tener un efecto positivo para algunos grupos sociales, en forma de una mayor disponibilidad de oportunidades de aprendizaje, más opciones para los padres y una gama más amplia de programas de estudios; no obstante, puede tener también efectos negativos a causa de un control y una regulación insuficientes o inadecuados por parte de las autoridades públicas (escuelas sin licencia, contratación de profesores sin formación y ausencia de garantías de calidad), con riesgos potenciales para la cohesión social y la solidaridad.
Particularmente inquietante: Los grupos marginados no reciben la mayor parte de los efectos positivos de la privatización y soportan además la carga desproporcionada de sus efectos negativos. Además, honorarios no controlados exigidos por los proveedores privados podrían socavar el acceso universal a la educación. De manera más general, esto podría tener un impacto negativo en el disfrute del derecho a una educación de calidad y en la puesta en marcha de igualdad de oportunidades educativas.
La tutoría complementaria privada, o ‘educación oculta’, representa una dimensión específica de la privatización de la educación que también se expande en el mundo entero. Esta forma de educación, que a menudo es síntoma de un mal funcionamiento del sistema escolar, puede, al igual que otras formas de educación privada, tener efectos tanto positivos como negativos para los estudiantes y sus profesores.
Por un lado, permite adaptar la enseñanza a las necesidades de los alumnos más lentos, y los profesores pueden conseguir así un complemento del sueldo que cobran en la escuela. Por el otro, los honorarios pagados por la tutoría privada pueden suponer una parte muy considerable de los ingresos familiares, especialmente entre los pobres, de modo que se pueden producir desigualdades en las oportunidades de aprendizaje.
Y el hecho de que algunos profesores puedan dedicar más esfuerzos a sus clases privadas y descuidar sus deberes en la escuela puede influir negativamente en la calidad de la enseñanza y el aprendizaje escolares.
El desarrollo de la educación oculta, los recursos financieros movilizados por individuos y familias, y la inquietud ante la posibilidad de inmoralidad y corrupción por parte de los docentes, están llevando a algunos ministerios a intentar regular el fenómeno.
La reproducción y el posible aumento de la desigualdad de oportunidades de aprendizaje que resultan de la privatización en todas sus formas plantean preguntas importantes sobre el concepto de educación como bien público y sobre la función del estado como garante del derecho a la educación.” (Continuará).
*Rector de la Universidad Tecnológica Bilingüe de Mineral de la Reforma (UTMiR-BIS).