Dinámica Educativa
(Tomado del documento homónimo publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO)
“¿Qué se entiende por conocimiento, aprendizaje y educación?
El conocimiento es el núcleo de todo debate sobre el aprendizaje y cabe entenderlo como el modo en que los individuos y las sociedades dan un sentido a la experiencia, por lo que se puede considerar en términos generales como la información, el entendimiento, las competencias, los valores y las actitudes adquiridos mediante el aprendizaje. El conocimiento como tal está indisolublemente ligado a los contextos culturales, sociales, ambientales e institucionales en los que se crea y reproduce. (Fundación Europea de la Ciencia. 2011).
Por aprendizaje se entiende aquí el proceso necesario para adquirir ese conocimiento. Es a la vez el proceso y el resultado de ese proceso; un medio tanto como un fin; una práctica individual tanto como una empresa colectiva. El aprendizaje es una realidad multifacética cuya definición depende del contexto. Qué conocimiento se adquiere y por qué, dónde, cuándo y cómo se utiliza constituyen preguntas esenciales tanto para el desarrollo de los individuos como de las sociedades.
Educación significa aquí un aprendizaje que se caracteriza por ser deliberado, intencionado, con un fin determinado y organizado. Las oportunidades de educación formal y no formal presuponen cierto grado de institucionalización, si bien buena parte del aprendizaje está mucho menos o nada institucionalizada, incluso cuando es intencionado y deliberado. Esa educación informal, menos organizada y estructurada que la educación formal o no formal, puede consistir en actividades que se desarrollen en el lugar de trabajo (por ejemplo, periodos de prácticas), en la comunidad local y en la vida diaria, de forma autodidacta, a cargo de la familia o de la sociedad. (Fundación Europea de la Ciencia. 2011).
Por último, es importante señalar que gran parte de lo que aprendemos en la vida no es deliberado ni intencionado. Este aprendizaje informal es inherente a toda experiencia de socialización. No obstante, el debate que sigue se limita al aprendizaje intencionado y organizado.
Organización de la publicación.
Partiendo de una preocupación central por un desarrollo humano y social sostenible, en la primera sección se señalan algunas de las tendencias, tensiones y contradicciones observables en el proceso actual de transformación social mundial, así como los nuevos horizontes que abren al conocimiento. También se explica en dicha sección la necesidad de examinar enfoques alternativos del bienestar de la humanidad, incluyendo entre ellos el reconocimiento de la diversidad de cosmovisiones y sistemas de conocimiento, y de la necesidad de mantenerlos.
En la segunda sección se reafirma la concepción humanista y se pone de relieve la necesidad de un planteamiento integrado de la educación basado en fundamentos éticos y morales renovados. Se propone una educación que sea inclusiva y no se limite a reproducir desigualdades. En medio de los cambios mundiales que está experimentando la educación, es esencial la función de los docentes y otros educadores para elaborar un pensamiento crítico y un juicio independiente en lugar de una conformidad irreflexiva.
En la sección siguiente se analizan los problemas vinculados con la formulación de las políticas de educación en un mundo complejo, a saber, las dificultades que plantea, y que consisten en reconocer y subsanar la separación entre la educación formal y el empleo, en reconocer y validar el aprendizaje en un mundo de movilidad creciente entre fronteras, ocupaciones laborales y lugares de aprendizaje, en replantear la educación cívica en un mundo cada vez más globalizado, estableciendo un equilibrio entre el respeto a la pluralidad, los valores universales y la preocupación por nuestra humanidad común. Consideramos, por último, las complejidades que presenta la formulación de las políticas nacionales de educación en el contexto de posibles formas de gobernanza mundial.
En la cuarta sección se examina la necesidad de recontextualizar los principios fundamentales de la gobernanza de la educación, sobre todo el derecho a recibirla y el principio de la educación como bien público. Se propone que, en la política de educación, se preste más atención al conocimiento y a las formas en que se crea, se adquiere, se accede a él, se valida y se usa. Se alude también a la necesidad de recontextualizar los principios fundadores por los que se rige la organización de la educación, en particular el principio de la educación como bien público. Se avanza la idea de que considerar la educación y el conocimiento como bienes mundiales comunes podría ser un buen medio de reconciliar la finalidad y la organización del aprendizaje como empresa social colectiva en un mundo en cambio. En la última sección se resumen las ideas principales y se formulan preguntas para que prosiga el debate.
1. El desarrollo sostenible: una preocupación esencial.
Al reconsiderar la finalidad de la educación, predomina en nuestra consideración una preocupación esencial en relación con un desarrollo humano y social sostenible. Se entiende por sostenibilidad la acción responsable de los individuos y las sociedades con miras a un futuro mejor para todos, a nivel local y mundial, un futuro en el que el desarrollo socioeconómico responda a los imperativos de la justicia social y la gestión ambiental. Los cambios que se están produciendo en el mundo interconectado e interdependiente actual dan lugar a niveles nuevos de complejidad, tensiones y paradojas, así como a nuevos horizontes del conocimiento que es preciso tener en cuenta. Estos cambios obligan a esforzarse por estudiar planteamientos alternativos del progreso y el bienestar de la Humanidad.
Desafíos y tensiones.
En el Informe Delors se señalaban diversas tensiones generadas por el cambio tecnológico, económico y social, concretamente entre lo mundial y lo local, lo universal y lo particular; la tradición y la modernidad; lo espiritual y lo material; las consideraciones a largo y a corto plazo; la necesidad de competir y el ideal de la igualdad de oportunidades; y la expansión del conocimiento y nuestra capacidad para asimilarlo. Estas siete tensiones constituyen puntos de vista útiles para contemplar desde ellos la dinámica actual de las transformaciones sociales. Algunas están adquiriendo una nueva importancia con la aparición de tensiones recientes, entre ellas modelos de crecimiento económico caracterizados por una vulnerabilidad creciente, una desigualdad en aumento, un mayor estrés ecológico y un incremento de la intolerancia y la violencia. Por último, aunque se han observado progresos en materia de derechos humanos, la aplicación de las normas sigue siendo un desafío.” (Continuará).
*Rector de la Universidad Tecnológica Bilingüe de Mineral de la Reforma (UTMiR-BIS).