Home Nuestra Palabra Renovación de las elites en Latinoamérica en 2018

Renovación de las elites en Latinoamérica en 2018

0

    •    Nada está escrito en ningún país sobre la elección de las preferencias de los ciudadanos


México y seis países más renovarán sus gobiernos en este año en América Latina y el caribe. Entre ellos, México, Colombia, Brasil y Venezuela, elegirán parlamentarios y un nuevo presidente, con lo cual millones de ciudadanos esperan cambiar el rumbo de sus economías y el desarrollo de su sociedad, golpeados por la corrupción y la violencia.

Se trata de un ejercicio de adecuación de las instituciones del Estado a un contexto internacional que ha cambiado profundamente después de la crisis iniciada en 2008; donde la incapacidad de muchos gobiernos para hacer frente a la misma y los fenómenos nuevos que ésta ha acarreado, como la incapacidad de reactivar el crecimiento de la economía poniendo el precio del dinero a cero puntos, la crisis de la deuda soberana, el desplome del comercio y la crisis migratoria, han hecho resurgir los nacionalismo, la oposición al libre comercio y la integración comercial.

Nada está escrito en ningún país sobre la elección de las preferencias de los ciudadanos. En las recientes elecciones en el mundo, los electores han ido de la izquierda radical en Grecia hasta la derecha nacionalista en Austria; de tal manera que los ciudadanos podrán optar por la izquierda social demócrata, que es la que sobrevive entre las propuestas actuales de los partidos, hasta la derecha nacionalista como ha sucedido en los Estados Unidos con el presidente Donald Trump y en Chile con Sebastián Piñeira.

En Venezuela, el presidente actual, Nicolás Maduro, se ha anotado para reelegirse; sin embargo, siendo la causa de los problema actuales de su país, la dirigencia de su partido, el Socialista Unificado de Venezuela, no ha tenido la capacidad para ver más allá de sus narices y pese a que la oposición está dividida, los electores podrían darle una sorpresa y alejarlo de la escena política; sobre todo por que los ciudadanos han sido victimas del enfrentamiento de Nicolás Maduro con los empresarios y la oposición, debido a la falta de talento para dirigir el país del heredero político de Hugo Chávez.

América Latina está en tránsito de transformación. De 2017 a 2019, toda la élite gobernante del continente deberá renovarse desde los Estados Unidos, Guatemala, Chile, Costa Rica, Cuba, México, Colombia hasta Brasil, deberán entrar en una nueva fase de reacomodo político y de alianzas; tal como ha sucedido con la Argentina de Cristina Fernández a la hoy Argentina de Macri y sus alianzas con el presidente Trump o el Brasil de Lula y Vilma al Brasil de los corruptos de hoy. Sin dejar de mencionar, al México entregado a la comodidad de las relaciones con los mandatarios estadounidenses del pasado al de los enfrentamientos actuales con el presidente Trump.

La elección del presidente Donald Trump en 2017 ha revolucionado al mundo. No sólo México se encuentra entre la espada y la pared, después de haber apostado todo a la integración regional con los Estados Unidos y Canadá, en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) actualmente en renegociación, sino todos los países aliados de los Estados Unidos, que no ven con buenos ojos el rechazo del presidente Trump al libre comercio, a los acuerdos sobre migración, a los acuerdo nucleares con Irán y su salida de los Acuerdos de Paris sobre la lucha contra el calentamiento global.

Quien gane las elecciones en las próximas elecciones en México, deberá enfrentar al mundo sin la tutela de los Estados Unidos y si bajo su desprecio abierto hacia los mexicanos. Durante mucho tiempo México ha disfrutado de la cercanía del mercado estadounidense para enviar a él más del 80% del total de sus exportaciones; pero también, ha sido la válvula de escape para evitar que la presión social terminara en revueltas internas por falta de oportunidades de empleo; durante muchos años, millones de mexicanos encontraron en los Estados Unidos lo que los gobiernos en México les negaron, la oportunidad de un trabajo digno y la posibilidad de desarrollo.

El fin del TLCAN, o su continuidad bajo otras circunstancias, reduciendo los mercados para las exportaciones, provocará modificaciones a la política económica y comercial de México en los próximos seis años. Las reformas aprobadas en 2013 en México deberán revisarse y, ahora con una visión de Estado, implementar nuevas reformas para ajustar el desarrollo del país al nuevo contexto internacional; debido a que las reformas de 2013 sólo sirvieron para abrir al mercado al sector energético y las comunicaciones; pero no se implementaron reformas para rediseñar el rumbo del país, menos la política que entronó los partidos con la reelección o la educativa que sólo ha tratado poner bajo control al magisterio y saldar cuentas entre antiguos aliados y enemigos del PRI, pero no poner la educación a la altura de las demandas actuales del aparato productivo.