¿Y si…?

Los últimos encuentros con su ex pareja, habían sido ocasionales y obligatorios a la vez, el hecho de tomar decisiones juntos por el tema de los hijos hacía que el sanar y olvidar su relación se volviera algo imposible.

Sin embargo, esas conversaciones fluían libremente, sin pleitos ni reclamos, incluso en algunas ocasiones las miradas eran tensas, y no por la toma de acuerdos, sino por el tinte pasional que provocaban.

La intensidad de los vistazos furtivos, también han impedido seguir en la lucha por olvidar y superar el pasado, y por el contrario alborotan un cúmulo de sentimientos, pensamientos y sueños.

Dicha provocación ha regresado nuevamente la ansiedad al dormir, desde hace un par de noches, los sueños han sido candentes y casi reales por la contraposición de emociones, cansancio y alegría.

Lo peor es durante el día, pues en el transcurso vienen ideas y preguntas que agobian la tranquilidad y paz emocional y mental, con el constante cuestionamiento ¿Y si…?

Si, ¿Y si está pensando en mí; Y si aún le provoco deseo; Y si piensa volver; Y si tiene miedo de decírmelo; Y si tiene los mismos sueños que estoy teniendo; Y si está arrepentido; Y si tenemos otra oportunidad?

Lo cierto es, que dichos pensamientos y sentimientos, deben ser controlados, porque probablemente sólo sean lanzados por una de las partes, y las preguntas afirmativas solo sean un deseo del subconsciente de esa misma parte, que aún no lo ha podido superar.