¿Será o no será?

Hace un par de meses Lorena soñó un embarazo, veía a la persona con una enorme barriga, ya casi a punto del alumbramiento, sin embargo no pudo descifrar la cara de la mujer, o posiblemente al despertar no lo recordó.

Habitualmente, cuando llega a tener sueños, estos son premonitorios, algunas veces la incluyen aunque en la mayoría de los casos son referentes a personas cercanas: amigos, compañeros de trabajo o familiares; sin embargo, del último sueño aún no se concreta a nadie, hasta el momento no había embarazos cercanos.

Días después, comenzó a sentir sensibilidad en los senos, para ella significaba que su periodo se aproximaba; una semana después, un extraño olor le provocó asco y vomitó hasta que ya no tenía nada que sacar, para ella la razón era que el olor era simplemente nauseabundo.

Otros siete días pasaron y el cansancio y mareos, era una constante en su rutina, y lo achacaba al cúmulo de trabajo, presión y estrés que tenía y sigue acumulando diariamente.

En un rato de ocio, Lorena recordó el sueño del embarazo y comenzó a relacionarlo con los síntomas que había registrado en las últimas semanas, aunque trataba de convencerse que ella no podía estar embarazada por el uso del dispositivo intrauterino.

Después de enlistar todas las razones para refutar la premonición, pensó en una enfermedad cancerígena en mama o en matriz e incluso en un embarazo psicológico; las últimas teorías le parecían escalofriantes y dolorosas, por eso se negó a asistir al doctor y simplemente decidió a esperar si será o no un embarazo.