RELATOS DE VIDA

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Misión Imposible

El día comienza, una pequeña luz se empieza a asomar por los espacios sin cubrir de la cortina y poco a poco va expandiéndose hasta iluminar completamente el cuarto: hora de levantarse y cumplir con las obligaciones fijadas.

Los ánimos están al cien, el deseo de tener una casa limpia y ordenada fortalecen aún más las ganas de concluir rápido los quehaceres, para tener una tarde sin preocupaciones y descansar o simplemente, tener una oportunidad de disfrutar de una buena película.

Sin embargo algo sucede, la primera impresión al salir del cuarto merma las buenas intenciones, los sillones repletos de ropa limpia y sucia, la mesa de centro con vasos y basura  resultado de la cena, el baño con pisadas de tierra y la cocina con una montaña de trastes que lavar.

La pregunta en el aire es: ¿cuándo pasó todo esto? Tal pareciera que un tornado recorrió la casa y ahora sigue el recuento de los daños, pero los recuerdos comienzan a salir, las llegadas tarde al hogar combinado con el cansancio fueron acumulando las labores ante la renuencia para hacer limpieza.

Lo peor de todo es que aún no hay una estrategia para iniciar, cuál debe ser el primer paso, qué habitación tiene que ser la primera en arreglar, y sin tener una solución, conforme vas caminando vas recogiendo y limpiando, para avanzar de a poquito en cada espacio.

En ratos, tomas un descanso, te sientas y comienzas a ver una película o un canal de televisión, tomas un poco de agua, respiras profundamente y te levantas para continuar con la labor que parece no tiene fin.

Das un vistazo a la casa y ya con la batería baja sigues en la misión imposible, lavar una primera tanda de ropa y los primeros trastes sucios colocados en la tarja para darles tiempo que escurran y luego lavar otros tantos más, después una barrida al piso del baño y seguir con el comedor y la sala, seguido de los cuartos, y el final la trapeada.

La televisión sigue encendida, y el tiempo sigue corriendo, pero al parecer el desastre se ha terminado, la casa huele a limpio, con un toque de aroma frutal; por último prendes un incienso y como acto final te sientas en el sillón para disfrutar el final de la película.

La misión fue exitosa, hay cansancio pero la tranquilidad ahora reina la casa, pronto llegarán los niños, esperas la hora y finalmente tocan a la puerta, abres y te das cuenta que los quehaceres de limpieza empezarán nuevamente, traen polvo en la ropa, los tenis tienen lodo, sus mochilas con un poco de pasto, solo respiras y los abrazas por regresar a casa, los quehaceres se harán otro día, por el momento, un baño caliente es lo primero que se debe de atender… 

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