Mis marcas

Las marcas en mi cuerpo son dolorosas, son heridas de la batalla y por eso son satisfactorias, aunque no dejan de ser dolorosas al tratarse de un adiós, de hecho son muy dolorosas porque sería la última vez en que sentiría tu aliento en mi espalda, tus manos en mi piel y tus labios sobre los míos.

Después de tanto tiempo sin ti en el lecho de lo que algún día fue nuestro nido de amor y cómplice de nuestros sueños sucios y proyectos de construcción de un futuro, el escurrir del sudor después de tanto tiempo sin mezclarse y al mismo tiempo escuchar “es la última vez”, me transportó a una vieja canción en donde las principales clave eran “debut y despedida”.

Las marcas de tus besos y tus mordidas en mi pecho, durarán pocos días en mi cuerpo pero permanecerán por siempre en mi alma y en mi corazón, se trató de un cierre de ciclo a petición mía y pude sentir claramente que lo hiciste por compromiso, tal vez porque creías que era una deuda que tenías conmigo.

Las marcas en mi fisonomía, lastimosamente siempre estarán ligadas a ti, tengo estrías de tanto subir y bajar de peso, también tengo un cierre derivado de una cesárea y un orificio en el ombligo que pese a que ya cerró sigue marcado y me recuerda a las primeras locuras que hicimos juntos.

Sin duda alguna sé que cómo haya sido, alguna parte de ti extrañará todo lo que sentías y transmitías a través de tu cuerpo, y también sé que necesitarás mi figura entre tus brazos, y también recordarás cada una de las marcas de ese cuerpo que era totalmente tuyo, lo sé muy bien, aunque también se que ese recuerdo durará poco y es en el camino que debo empezar a transitar, reconstruyendo un corazón que siempre fue tuyo.