Una visita al baño
La visita al baño puede ser por varios motivos, aunque no es precisamente un lugar confortable, algunos dejan sus más preciados sentimientos y pensamientos en este espacio pequeño, frío y húmedo.
Algunas de las razones para acudir a este rincón que se ubica en centros comerciales, cines, centros de trabajo, estadios, restaurantes, bares y principalmente en hogares, es variable y también enigmático.
Puedes visitarlo para rasurarte, peinarte e incluso maquillarte, hasta para pintarse las uñas, también para tomar un buen baño, o simplemente quedarse estáticos bajo la regadera para relajar el estrés del día o limpiar la mugre o el sudor producto de las actividades.
Lo más común es acudir para cubrir una necesidad fisiológica, misma que es indispensable para todo ser humano, es aquí donde algunos lo ocupan para realizar otras acciones alternas, y para muchos divertidas.
Por ejemplo revisar las redes sociales, responder mensajes y los más atrevidos contestan llamadas; otros son más tradicionales y llevan libros, revistas y hasta el periódico, al considerarlo un espacio tranquilo y solitario.
Los sonidos y olores no representan una distracción, es más, pasan desapercibidos, por el alto nivel de concentración que imprimen en la lectura; y el tiempo también pasa volando, pues las visitas pueden representar hasta media hora.
Cualquiera que sea el uso que se destine a este espacio, logra un lugar importante pese a que ha sido ignorado por su humedad, frialdad, y reducido.
