• Afirma la ONU que este fenómeno se presentó después del Brexit
“El ambiente antes, durante y después del referéndum ha provocado que los migrantes sean más vulnerables a la discriminación racial y a la intolerancia”
Tendayi Achiume, relatora especial de Naciones Unidos en materias relacionadas con racismo y xenofobia, lo tiene claro: el Brexit, la austeridad y el “ambiente hostil” contra los inmigrantes diseñado por Theresa May cuando era ministra de Interior en 2011, han convertido a Reino Unido en un país más racista.
Así lo ha constatado la zambiana al término de su visita de 12 días que comenzó exactamente la jornada en que Amber Rudd, ex titular del Home Office, tuvo que abandonar uno de los despachos más calientes del Ejecutivo británico tras destaparse el escándalo del Windrush, último de los muchos casos en los que una mala gestión del ministerio ha conducido a deportaciones indebidas de personas extranjeras que residen legalmente en el país.
“El clima hostil se aplica no sólo a los inmigrantes irregulares, sino también a las minorías raciales y étnicas que están en situación regular, así como a muchos británicos que tienen reconocida su ciudadanía desde la época colonial”, ha criticado Achiume, que no ha dudado en pedir la repulsa de las políticas que se engloban dentro del “núcleo podrido” de este clima. “El ambiente antes, durante y después del referéndum ha provocado que todos ellos sean más vulnerables a la discriminación racial y a la intolerancia”.
Además, la profesora de Derecho de la Universidad de California, también ha advertido del peligro de que la retórica antimigratoria presente en la campaña del Brexit esté “normalizando el odio y estigmatizando el discurso”, incluso entre los políticos de alto rango. Uno de ellos, el incendiario diputado conservador Jacob Rees-Mogg, no ha tardado en responder a las acusaciones: “Naciones Unidas debería tener mejores cosas que hacer que publicar informes tendenciosos sobre Reino Unido”.