Reino Unido acepta pagar hasta 45.000 millones de euros

“Esta es una guerra de ver quién pestañea primero, y nosotros nos hemos cortado los párpados”, advertía en The Sun una fuente del DUP, los unionistas norirlandeses y aliados parlamentarios de Theresa May, que torpedearon el acuerdo sobre el Brexit el lunes. Al final, tras cuatro días de negociaciones y una noche de frenética diplomacia telefónica, pestañeó la primera ministra británica.

Había liberado su agenda de la tarde en previsión de viajar a Bruselas en cualquier momento. Las televisiones se dirigían a la estación de Kings Cross para subirse al tren y cruzar el charco al mínimo aviso.

A última hora de la tarde, Downing Street explicaba que Theresa May había hablado por teléfono con Leo Varadkar, primer ministro irlandés, y con Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, pero que las negociaciones continuarían por la noche.

Al borde de las cinco de la madrugada, hora de Londres, se confirmaba que la primera ministra y David Davis, titular del Brexit, volaban a Bruselas. Pasadas las siete de la mañana, hora local, el jefe de Gabinete de Juncker tuiteaba una foto de una fumata blanca. Habemus acuerdo.

En lo esencial, May logra lo que quería: la luz verde para avanzar que le garantiza, de momento, su propia supervivencia política. Pero el acuerdo entraña un baño de realidad. Expone las contradicciones de la visión del Brexit que se vendió al electorado y borra casi todas las líneas rojas trazadas por May en los 17 meses transcurridos desde el referéndum. Además, Reino Unido ha aceptado pagar entre 40.000 y 45.000 millones de euros por salir de la UE, una factura que ha confirmado un portavoz de Downing Street.

El DUP -a pesar de que puntualiza que “hay temas que aún deben ser resueltos”- obtiene garantías de que no habrá barreras regulatorias entre Irlanda del Norte y el resto del país. Arlene Foster, líder del partido unionista, señaló que el nuevo texto contiene “cambios sustanciales” en lo relativo a la frontera irlandesa, uno de los tres asuntos que abarca el acuerdo alcanzado de madrugada sobre los términos del divorcio, que el equipo negociador europeo considera que contiene el progreso suficiente para que los líderes de los 27 acepten pasar a la segunda fase de las negociaciones en la cumbre de la semana que viene. “No hay una barrera en el Mar de Irlanda y sí una clara confirmación de que Reino Unido abandona la UE”, dijo Foster.

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