EFE.- La invasión estadounidense en 2001 de Afganistán tras el 11-S se justificó por el apoyo de los talibanes al grupo yihadista Al Qaeda. 20 años después, los islamistas sostienen que ese vínculo ya no existe y que no acogerán a terroristas en suelo afgano, pero algunos aseguran que mienten.

EU defendió la ocupación de Afganistán después de que el régimen de los talibanes, que daba cobijo a miembros de Al Qaeda, se negase a entregar al líder de la formación, Osama bin Laden.

Pero el regreso de los talibanes al poder hace temer ahora que el país vuelva al punto de partida de hace veinte años.

Sin embargo, los talibanes insisten en que Afganistán no volverá a acoger células terroristas en la región.

“El Emirato Islámico está comprometido con que su suelo no será usado por nadie” para atacar a otros países, aseguró el portavoz talibán Bilal Karimi.

El portavoz garantizó que la formación posee la capacidad para proteger al país de amenazas terroristas, por lo que no necesitan comprometerse con nadie para realizar operaciones conjuntas.