ALFIL NEGRO
Morena ya inició una campaña informativa, sobre todo en los 22 estados que gobierna sobre la Reforma Electoral, que desde abril del año pasado envió al congreso el Presidente Obrador, apenas unos días después de que la oposición le bateó su reforma eléctrica, con la característica de que lo que propone tiene cara de venganza y revancha.
Es de sobra conocida la pelea que, entre otras, trae el Presidente en contra del INE, y en contra de la oposición, particularmente contra PRI Y PAN, por lo mucho o poco que le frenan, pero que unidos son un muro en contra de sus intentos de reformas Constitucionales, pues sus legisladores aún con el apoyo de los partidos morrallas que le acompañan a Morena, no le dan las dos terceras partes para ganar una elección como quedó demostrado en la ahora desechada reforma eléctrica.
Y en la cuestión electoral, AMLO no acepta las reglas del juego que impone y hace cumplir el INE, que una y otra vez le hace presente que la democracia tiene un marco legal que se debe cumplir, y que no es cuestión de la voluntad de un hombre y peor de ocurrencias .
Por ello, la Reforma Electoral propone de hecho desaparecer al INE y hasta cambiarle nombre, disminuir el número de consejeros que serían elegidos en votación abierta, disminuir el número de diputados y senadores, además de recortar el dinero que se da a los partidos.
Como argumento se da principalmente el gasto excesivo para los organismos ya señalados, y los salarios que ganan en el INE, lo que hace muy cara nuestra democracia.
Como se dan las cosas en México, la intención parece ser apoderarse de los organismos electorales para que no haya frenos en el manejo de la lucha por el poder.
La oposición ya fijó su postura y ha dicho que no pasará la Reforma Electoral.
Pero se nota en la propuesta de Reforma la intención de revancha más que de fortalecer la democracia.
Sería la segunda derrota política del Presidente si le rebotan su Reforma Electoral y con el 2024 asomando las narices peligroso para Morena.
