Referéndum británico forzará a UE a cambios

Sin importar el resultado
●    Bruselas cree que la Unión cambiará tanto en caso de Brexit como si triunfa un ‘sí’ a Europa

El jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, aseguró la semana pasada que los ministros de Finanzas tienen preparada una respuesta, pero descartó “medidas espectaculares”: todo pasa por completar la unión bancaria e ir dando pequeños pasos hacia una federalización en lo económico, a la vista de que no hay consenso para acompasar esos avances con lazos más estrechos en lo político, incluso por el flanco fiscal
Bruselas.- La ironía no consiste en decir “ni esto ni aquello”, sino “esto y aquello” a la vez, según decía un europeo ilustre, Thomas Mann. El referéndum sobre Reino Unido y la UE es tremendamente irónico: si los británicos se decantan por el Brexit provocarán un shock en los mercados, pero sobre todo sacudirán los cimientos políticos de la Unión Europea. Incluso si optan por quedarse, en Europa ya nada será igual.
Esto y aquello a la vez: “Europa no está en buena forma”, dijo el ministro alemán Wofgang Schäuble, que sugiere que la Unión debe cambiar voten lo que voten los británicos.
“El Brexit es una amenaza adicional en un contexto nada sencillo, con los populismos al alza, varias crisis en liza y liderazgos cuestionados en los grandes países”, asegura una alta fuente europea. “Hay que gestionar el divorcio, si llega, y esperemos que en ese caso sea todo por las buenas, no por las malas; pero incluso si no lo hay, el cambio en Europa es inevitable”, añade la misma fuente.
Ese cambio, eso sí, dependerá de la intensidad del sismo; si hay Brexit, los bancos centrales están preparados para inyectar liquidez, pero será difícil apaciguar la marea de referéndums en los países en los que más ha calado el euroescepticismo más populista. Si no lo hay, los analistas creen que un voto ajustado puede ser interpretado como una especie de Brexit suave que obligaría a dar una respuesta firme. El problema es que el contexto no favorece en absoluto ese tipo de respuestas.
Las grandes cancillerías están en modo esperar y ver. Francia, Alemania y Holanda tienen elecciones en 2017, con la extrema derecha pegando fuerte, sin incentivos para empujar hacia una mayor unión política.
En Italia hay un referéndum en otoño que puede dejar muy tocado al primer ministro Matteo Renzi.
España lleva seis meses sin Gobierno. Y los países del Este se han vuelto también más hostiles a Bruselas, en particular Polonia, Hungría y Eslovaquia.

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