Reeligen al presidente del Consejo Europeo

Unión Europea

Fracasa el bloqueo polaco para impedir un segundo mandato, pero se abre un cisma político en el seno de la Unión Europea
Es el perfil que quieren las capitales para los dos próximos años y medio, a partir de junio. Una persona sin agenda propia ni demasiados enemigos cuando Europa se enfrenta al Brexit y a elecciones decisivas en Holanda, Francia y Alemania.
Donald Tusk seguirá siendo el presidente del Consejo Europeo hasta 2019. Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, reunidos ayer en Bruselas, así lo decidieron a pesar de la fortísima posición en contra del Ejecutivo polaco. La tensión entre Tusk y la primera ministra Beata Szydlo es máxima, y desde Varsovia se hizo lo posible para impedir lo que el resto quería.
Polonia propuso un candidato alternativo, denunció las intromisiones en asuntos nacionales, trató de retrasar la votación hasta la próxima Cumbre y dejó caer, como amenaza, que podría estar dispuesta a no firmar las conclusiones de esta reunión, un acto de mucha relevancia diplomática.
Sin embargo, la postura de los socios es muy clara. A su llegada a Bruselas, Merkel, Hollande o Rutte han elogiado a Tusk y apoyado su candidatura. “Yo lo propuse hace dos años y medio”; dijo el francés. “Es un hombre extraordinario y un gran presidente”, ha coincidido el holandés. “No queremos ser rehenes de la política interna polaca. Esto parece Guerra de Tronos” (sic), añadió la siempre directa presidenta lituana, Dalia Grybauskaitè.
“No entiendo su postura”, sintetizó Jean-Claude Juncker lo que todos, con más o menos énfasis, piensan. Hasta los húngaros y los checos, aliados de Visegrado, dejaron solo a Jaroslaw Kaczynski, poder en la sombra polaco.
La gestión de la reelección ha estado en manos del maltés Joseph Muscat, cuyo país tiene la presidenta de turno de la UE. Ayer, Muscat dejó claro que por mucho que protestara el Gobierno polaco “el tema está en la agenda” y se votará. Las normas dicen que para elegir al presidente basta tener mayoría simple, pero para cargos de esta envergadura se busca siempre la unanimidad. Candidatos que sean respaldados por todos para evitar problemas.
Según fuentes europeas, Polonia quiso cambiar la agenda del día pero la propuesta fue rechaza. Y en la votación para la reelección, “27 Estados Miembros votaron a favor y sólo una delegación, la polaca, en contra”.
En sus dos años y cuatro meses, Tusk no ha hecho grandes cosas, pero ha logrado no enfadar a ninguna capital, salvo la suya. Ha sido una gestión sobria, sin muchos triunfos y más bien algunos disgustos, como cuando pidió hace apenas unas semanas una respuesta firme de la UE a las provocaciones de Trump y fue completamente desautorizado en Malta por los 28.

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