En junio, Trump dijo por Twitter que el ICE iniciaría un proceso para deportar a “millones” de indocumentados
Entre las ciudades donde podrían ocurrir esas redadas se cuentan Chicago (Illinois), Baltimore (Maryland), Nueva York (Nueva York), Houston (Texas), Los Ángeles (California) y Miami (Florida).
Poco después, se supo que el ICE planeaba redadas masivas a partir del 23 de junio para aumentar las deportaciones de familias indocumentadas que han recibido órdenes de expulsión.
Trump decidió entonces suspender durante dos semanas las redadas – plazo que acabó el pasado domingo -, para dar tiempo a que demócratas y republicanos pactasen un acuerdo migratorio en el Congreso, pero hasta la fecha no se ha alcanzado ninguno.
Guillermo Torres, director de políticas migratorias de Clérigos y Laicos Unidos por Una Justicia Económica, dijo que “estas políticas inhumanas y atroces de mantenernos atemorizados también han hecho que nos unamos más, y que cada vez más aprendamos sobre nuestros derechos y cómo defendernos, estamos listos para responder a esta ofensiva”.
Por su parte el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, sostuvo que su estado “continuará apoyando a los inmigrantes para asegurar que todos ellos tengan todas las protecciones que brinda la ley”.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, dijo a medios locales que los residentes de la ciudad deben saber que se hará respetar las leyes “santuario” que rigen en el estado y que impiden la colaboración de policías locales con ICE en materia migratoria, de competencia federal.