Este 2020, fue un año crucial para la economía y todo parece indicar que las decisiones que se tomaron en este año traerán consecuencias en los próximos meses. En distintos países del mundo la crisis económica se ha comenzado a hacer presente como una consecuencia más de la pandemia del SARS COV 02, y todo parece indicar que México no será la excepción.
Cierran negocios
Fue en los últimos días de marzo y principios de abril, cuando se anunció la implementación obligatoria de las medidas sanitarias entre las que destacó el cierre de negocios, tanto en el espacio público como las que se ubican dentro de las plazas comerciales, a excepción de los negocios de comida, ya que la medida dictada por el gobierno federal señalaba que deberían cerrar los negocios no esenciales.
La contención duró alrededor de tres meses, en los que surgieron algunos servicios de entrega de alimentos, muchos de estos fracasaron por la precaria logística de sus emprendedores; de igual forma, en restaurantes y negocios de comida se podían ver las advertencias de “sólo para llevar”, “no tenemos servicio en mesa”, e incluso no faltaron los que ofrecieron el servicio de entrega a domicilio, situación que se replicó con las pequeñas fondas y negocios de cocina economica en las colonias pachuqueñas.
La punta que no se sabe si llegó
Durante todo este tiempo el gobierno estatal y federal hicieron proyecciones para determinar la probabilidad de alcanzar la punta de la curva de contagios, sin embargo, el intento de parálisis de actividades no esenciales (porque nunca se logró por completo en Hidalgo) hizo que la gente se hartara del encierro y hubo quienes salieron, en varios municipios se implementaron medidas para restringir el paso y la estancia en lugares públicos como plazas y jardines, sin embargo hubo gente que no respetó estas medidas y violaron las cintas de restricción.
Por lo anterior, cuando se creía que ya se había llegado a la punta de la estadística de contagios, resultó no ser correcto y han habido algunos días en los que ha incrementado, así mismo la estadística de muertos se ha elevado, y para incertidumbre de los comerciantes se ha estado al borde de regresar a un semáforo epidemiológico color rojo, sin embargo, como sucedió en Julio, no todos piensan volver a cerrar en caso de que se alcance este nivel de alerta.
Tianguis
Otro sector del comercio son los tianguistas, quienes también vivieron la restricción de poder ofertar sus productos en las calles de las principales colonias de Pachuca, así como en las cabeceras municipales en todo el estado. Tras tres meses de ausencia regresaron, sin embargo, y a pesar de seguir las recomendaciones sanitarias, temen regresar pronto al resguardo debido a que la multitud que acude a comprar en estos sitios no siempre es cuidadosa y responsable en seguir las medidas de higiene recomendadas.
Organismos empresariales
Referente a los organismos empresariales, como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) o al Cámara Nacional de Comercio (Canaco), así como organizaciones de comerciantes ambulantes y tianguistas se pronunciaron en su momento al respecto; tanto por regiones, como en el plano estatal, para exigir mayor número de apoyos para sus agremiados.
Los empresarios pidieron más apoyo, sobre todo para las Micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), mientras que los comerciantes ambulantes buscaban el acceso a las despensas y apoyos por desempleo que ofertó en su momento el gobierno estatal mediante el Operativo Escudo, mismo que no alcanzó a cubrir en su totalidad a la población, aunque estadísticamente y de acuerdo con la versión oficial, logró aminorar los estragos de la pandemia de Covid-19 en la entidad.
Fiestas, salones y banqueteria
La industria y los servicios referentes a la organización de fiestas y eventos, también se vieron perjudicados, debido a que entre las medidas sanitarias estuvo la restricción de reuniones de más de 30 personas, y la prohibición de ofrecer servicios como salones de fiestas, amenización y otros.
Por lo anterior, negocios de banquetería, alquiladoras de mesas y sillas, florerías, dulcerías, payasos, grupos musicales, luz y sonido, así como los negocios de trajes de noche y alquiladoras de trajes, perdieron ante la cancelación no sólo de fiestas programadas sino de las graduaciones escolares, que representan una gran entrada económica para el sector.
Lo anterior provocó manifestaciones en la Plaza Juárez, sobre todo de músicos pertenecientes a grupos, tríos, mariachis y demás.
Ferias
Algunos trabajadores de las ferias se vieron obligados a pedir apoyos en las carreteras, este fue otro sector que se vio perjudicado con la pandemia de Covid-19, ya que tampoco se permitió la instalación de ferias ni la realización de fiestas patronales en el estado, ante el cierre de iglesias y templos, así como la prohibición de eventos masivos.
Bares y cantinas
Otros inconformes fueron los de los negocios de antros y bares, algunos lograron su reconversión y disfrazaron el negocio con presunta venta de comida a fin de poder operar, otros vendieron bebidas de forma clandestina cuando se dio la “Ley seca”, pero varias cantinas del Centro Histórico de Pachuca padecieron el cierre de sus negocios, ya que no sólo soportaron el semáforo en rojo sino que tuvieron que aguantar un par de meses más para poder ofertar sus bebidas.
Artesanos
Los artesanos también tuvieron un lado protagónico durante la contingencia, ya que al no tener una fuente de ingresos segura se rifaron la vida en las calles, buscando vender sus productos e incluso llegaron a las redes sociales y medios de comunicación para “intercambiar” despensa por sus productos.
Turismo
Hoteles, restaurantes y prestadores de servicios del sector turístico la pasaron mal, y a pesar de la estrategia del estado de “paga hoy y disfruta mañana”, un gran número de familias se vieron afectadas por la ausencia de turismo en sus regiones, ya que este es la principal fuente de ingresos para sus hogares.
Lo que el virus se llevó
No solo fueron algunos negocios los que no volvieron a abrir, también fueron víctimas de Covid algunos empresarios y vendedores que se habían convertido en personajes en sus colonias. De pronto también llenó de alegría volver a ver a la señora que vende tamales bajo el puente, al señor de las gelatinas del Palmar, el que vende los dulces, el viejito del carrito de Holanda, y así un sin número que han regresado a las calles ante la necesidad de trabajar y llevar algo de dinero para el hogar.
