El anuncio del surgimiento de un brote de un nuevo tipo de coronavirus en China fue tomado a la ligera en las noticias locales de México en diciembre de 2019. La letalidad de un nuevo virus causante de una nueva enfermedad denominada Covid-19, se veía tan lejana en el panorama mundial, que muchos no imaginamos el alcance que tendría y las repercusiones que habría durante el año que estaba por comenzar, el 2020.
Tres meses después se informó sobre la llegada del virus a México, después de haber visto cómo se extendió por Europa, en marzo de este año, se informaba sobre la llegada del virus a México, lo anterior provocó distintas acciones en nuestro país y también en el estado de Hidalgo, a fin de hacer frente a la nueva enfermedad para la cual el mundo no estuvo preparado.
En Hidalgo, hubo intentos de paralizar la entidad; sin embargo, a pesar del riesgo latente, las necesidades económicas de la población se hicieron presentes bajo el argumento: “si no salgo a trabajar mi familia se muere de hambre”, por lo anterior los apoyos y demás acciones implementadas por el gobierno de Omar Fayad Meneses, bajo la estrategia del “Operativo Escudo”, resultaron insuficientes, aunque para algunos sectores y estadísticas lograron “aminorar” el impacto negativo de la pandemia en “gran medida”.
Prohibidos los festejos
La situación que se vivió este 2020, dejó sin festejo del Día del Niño a los estudiantes de nivel básico y preescolar, ya que las clases presenciales fueron suspendidas y los maestros y maestras se vieron obligados a trabajar con nuevas herramientas tecnológicas como las aplicaciones móviles y las videoconferencias sostenidas a través de distintas plataformas.
Tampoco hubo festejo del Día de la Madre, Día del Padre, ni el tres de mayo hubo comida para los albañiles, la instrucción fue evitar contagios, tener un distanciamiento social de “sana distancia”, evitar festejos y conglomeraciones de gente; de igual forma, quedaron suspendidas las ceremonias presenciales de graduación en todos los niveles educativos, lo que repercutió en industrias como: renta de trajes, salones de eventos, banquetería, y más referentes a las graduaciones.
Este año, tampoco hubo Grito de Independencia, otrora multitudinario, en la Plaza Juárez, y a cambio se ofreció un paupérrimo espectáculo de drones, así como un programa artístico que se transmitió por la radio y televisión públicas.
Así, llegó el Día de Muertos y con este, el cierre de los panteones; este año no hubo flores en las tumbas y no se movió la economía tampoco en esta temporada; las únicas flores que se adquirieron fueron para colocar en la ofrenda. Así como otras fechas emblemáticas en el país, también el Día de Muertos se vivió de una forma muy diferente, sobre todo en las casas con tradición católica en México, y todo a consecuencia del coronavirus que se presume, sin que se haya comprobado, se originó en una sopa de murciélago preparada en la ciudad de Wuhan en China.
Y para rematar con los festejos arruinados por el Covid-19, estuvo el 12 de diciembre, fiesta tradicional dedicada a la Virgen de Guadalupe, fecha en que las iglesias dedicadas a esta advocación de la Virgen María permanecieron cerradas o con acceso restringido. De igual forma la Navidad se vivió de una forma diferente, y todo apunta que el Año Nuevo tendrá un festejo similar, pequeño, en privado y en muchas familias, recordando a los cercanos que murieron por causa del Covid-19.
Sectores dañados
No hubo un sólo sector que no resultara dañado por el cierre temporal de negocios no esenciales durante la contingencia sanitaria, y aunque para algunos pareciera que surgiría una oportunidad dentro de la propia crisis, ésta ha implicado un gran riesgo al tener que tratar con más personas que podrían estar contagiadas.
Los comercios que se vieron afectados, reclamaron por el hecho de haber tenido que cerrar; otros, los que se mantuvieron abiertos han registrado algún contagio; y también, hay comercios que no volvieron después del semáforo epidemiológico estricto marcado por el color rojo, que no abrieron más al no haber podido resistir los pagos de renta de local y demás.
Nadie escarmienta en cabeza ajena
El virus que se veía muy lejano, para una parte de la población fue un mito, una fantasía que se convirtió en realidad hasta que se conoció el caso de personas muy cercanas. A pesar de la situación y de las recomendaciones emitidas por el sector salud federal y estatal, hubo gente que se negó a seguir las recomendaciones, y que tiempo después se contagiaron o tuvieron un enfermo en sus familias.
Así, han habido cientos de muertos en la entidad, y cada día incrementan los contagios; la muerte se acerca y las medidas se van tomando cada día más en serio, aunque por momentos todo se olvide y se saturen mercados y lugares de abasto, como ha sucedido en los últimos días.
