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Recordando a Miroslava

Sin el mejor asomo de duda, Miroslava Stern fue una de las más bellas actrices de la época de oro del cine mexicano, Nacida en Praga el 26 de febrero de 1925. Abandonó su país natal antes de la Segunda Guerra Mundial y, ya en México, ganó un concurso de belleza, lo que la alentó a buscar una carrera como actriz, para lo cual fue a estudiar actuación a Los Ángeles.

Debutó a los 21 años en Bodas trágicas una cinta de Gilberto Martínez Solares que acabamos de ver en A Más, interpretando a Amparo, la hija del hacendado don Juan Manuel (José Morcillo), que debe casarse en secreto con Diego (Roberto Silva), un tosco ranchero, a quien su padre detesta.

De acuerdo al guion del propio realizador y Mauricio Magdaleno, la pareja debe soportar las intrigas del ambicioso criado Octavio (Ernesto Alonso), que despierta los celos del ranchero, para quedarse con su hacienda y complacer a su esposa Laura (Stella Inda), que ama en secreto a Diego.

Resulta evidente que Martínez Solares no era el indicado para este melodrama rural con tintes shakesperianos, pero afortunadamente se le atravesaría dos años después Tin Tán, con el que haría sus mejores comedias.

Lo cierto es que Miroslava luce bellísima y que le quedaba muy grande a su galán a quien en sus siguientes 31 cintas sucederían: Pedro Armendariz, Jorge Negrete, Pedro Infante y hasta Cantinflas.

La actriz representó su mejor papel en la cinta de Luis Buñuel Ensayo de un crimen, terminada poco antes de su trágico suicidio el 9 de marzo de 1955, por motivos aún no averiguados, aunque se afirma que fue por ser rechazada por un torero.

En 1992, Alejandro Pelayo realizó una bioepic, en la que la actriz fue interpretada por la francesa Arielle Dombasle.

Dato: La actriz representó su mejor papel en la cinta de Luis Buñuel Ensayo de un crimen, terminada poco antes de su trágico suicidio el 9 de marzo de 1955, por motivos aún no averiguados