
El rápido avance de la variante delta de la Covid-19 en E.U. está forzando a las empresas a reconsiderar sus planes de vuelta a la normalidad, llevando a algunas a retrasar ya el regreso a las oficinas y alimentado el debate sobre la posibilidad de exigir a empleados que se vacunen.
Apple decidió posponer de septiembre a octubre la reincorporación de los trabajadores a sus puestos, otras grandes compañías ya exigen el uso de mascarillas en sus instalaciones y muchas ciudades sopesan obligar a los empleados municipales a vacunarse.
Son por ahora las primeras consecuencias en el mundo empresarial del fuerte aumento de los contagios que se vive en E.U., donde los nuevos casos de coronavirus subieron un 47% la semana pasada con respecto a la anterior como resultado de la variante delta, que representa ya más del 83% del total.