Hace unos días, gente de la CNTE liderados por parientes de ARMANDO AZPEITIA, dirigente de la coordinadora y alcalde de San Salvador y gente del diputado de Morena ARMANDO QUINTANAR TREJO, dieron una muestra de lo que buscan que sea el MEXE cuando reabra como exigen, vandalizando las instalaciones de la Universidad politécnica de Francisco I. Madero, donde lo mismo, de acuerdo a la información que no ha sido negada,  derribaron y se llevaron una malla ciclónica y pegotearon cartelones donde quisieron, con las exigencias ya conocidas de: “Educacion primero al hijo del obrero, después al hijo del burgués”, que suenan anacrónicas y rebasadas.

La exigencia de reapertura de la normal como estaba hace 13 años cuando fue cerrada en el gobierno de OSORIO CHONG, a reserva de lo que decida la autoridad, no parece que vaya a proceder en un 100 por ciento, porque las cosas han cambiado mucho en el país y sobre todo porque esta escuela en sus últimos años se había convertido en un centro muy cuestionable, por acciones que lastimaban a mucha gente con sus plantones, afectaciones a vías de comunicación, abusos en camiones repartidores de mercancía y otras actitudes que cansaron a muchos.

Si así quieren que reabra no parece muy afortunada su exigencia, porque además de que se afectaría a una institución como la universidad que ya funciona en el mismo lugar.

Y lo que más llama la atención, es la intención manifiesta de vivos como el alcalde de San Salvador, de agandallarse la escuela para sus fines grillos. Desde luego no es sólo AZPEITIA el que busca con desesperación quedarse con el Mexe, pues sobran los vivillos que ya le echaron el ojo, pensando que adquieren poder y fuerza para sus jugarretas.

Será cuestión de mucho diálogo y acuerdos para encontrar un camino que sirva al estado realmente.

Pero así como exigen la reapertura, y sobre todo después de ver sus actitudes vandálicas, pensando que nada ha cambiado parece una sinrazón y un intento por querer frenar la evolución de las cosas y los efectos del tiempo en sus circunstancias y realidades.

Como eso de “Educación primero al hijo del obrero y después al hijo del burgués”, o esa otra de “si no hay solución, habrá revolución”, cánticos o lemas que parecen ya historia y rescoldos de esas brasas.