Realizan el Segundo Festival de las Flores

*Ni una flor sin vender, ha sido la bandera que han tomado los floricultores de la región

 

¡Ya huele a cempasúchil, ya huele a temporada!, ya huele a Día de Muertos en Tlaxcoapan, municipio hidalguense donde se encuentra la comunidad de Doxey, lugar donde los campos se caracterizan por el color naranja y rojo de las flores; por las líneas de nube que como canas se extienden en el campo. Todo está listo para comenzar la cosecha de flores que se comenzaron a sembrar hace cinco meses y que ahora están listas para formar parte de los altares, las ofrendas y los panteones.

Un arco de flores, como los que se realizan en algunos de los municipios de Hidalgo y que forman parte de las ofrendas, da la bienvenida a los cientos de visitantes que acuden hasta el ejido de San Bartolomé Doxey en la Carretera Doxey- Teocalco, a la altura del Canal Requena, con motivo del Segundo Festival de las Flores, en el que los que acuden no solo pueden disfrutar del aroma del campo, sino que pueden degustar diversos platillos típicos de la región, sin embargo por el calor que hace, el vendedor más solicitado es el de los helados, quién además al igual que los puestos de los curados de pulque, ofrecen una amplia variedad de sabores.

En los campos se puede ver a los compradores, quienes llegan con ropa de vestir casual, algunos con gafas otros más deportivos, sin embargo el interés es uno, comprar las brazadas de flores de temporada de Día de Muertos. Los floricultores venden por surco en no menos de mil 300 la nube aproximadamente, aunque el precio varía según sea la flor, por lo anterior una brazada de cempasúchil cuesta 50 pesos, mientras que el mismo tanto de mano de león cuesta 80, y de una brazada se pueden sacar entre 7 y 10 manojos dependiendo la medida, manojos que en la capital hidalguense no cuestan menos de 15 pesos.

Pronto los surcos se van quedando desnudos. Y las camionetas se llenan de color y perfume que emana de las flores. En tanto allá en la explanada donde se lleva a cabo el comercio de comida, se escucha la voz de “Andrés Juárez –La sombrita hidalguense-“, quién fue el encargado de iniciar el festival en el que se presentó más de una docena de artistas locales y regionales, que fueron aplaudidos por la gente que previo a comprar sus flores detenían su paso para escuchar a los que en su momento estaban arriba, en el escenario.

Los campesinos se dieron cita desde que salió el sol, y al llegar las 15 horas, cuando el hambre comienza a pegar, es hora de sacar el itacate y, a turnos, mientras otros siguen cortando la flor que les compran los visitantes y mayoristas, otros se echan un taco, hombres y mujeres por igual trabajan la jornada, es tiempo de venta y si no se aprovecha el “alboroto” que se ha hecho con el festival, será muy difícil que logren vender toda su producción, lo anterior según explicaron, no tienen los medios para poder trasportar la flor a otros puntos del estado para su comercialización.

De pronto surgen algunos problemas técnicos, y aunque la música se ha dejado de escuchar, el ánimo no decae, el campesino sigue su labor, en otros campos se encuentran algunas mujeres, en espera de que lleguen los clientes y pidan sus brazadas de flor o bien algunos manojos, y aunque los de las parcelas más cercanas a la orilla de la carretera hacen su agosto, no tardan en extenderse la buena racha para todos, ya que conforme las melgas van quedándose sin flor, los cultivos de atrás se asoman con buena cara, con flores grandes y en todo su esplendor, así que no hay de qué preocuparse, la venta sigue y pronto llegará a todo el ejido.

Ha sido un problema técnico, la planta generadora de luz eléctrica no funcionó bien, sin embargo ya fue reparada la falla y la presentación de los artistas continúa. Entre los puestos que ofertan garnachas, tacos, carnitas, cervezas, y demás alimentos con los que los visitantes pueden deleitarse, se ve la presencia de los visitantes, algunos que acuden por segunda vez pero otros están descubriendo el lugar, que se ha inundado de olor a cempasúchil, entre estos se nota la presencia de alguna diputada local, que no ha pasado desapercibida, acudió dio la vuelta, aprovechó para almorzar y se fue.

Así se vivió el primer día de venta de flores a pie de surco, en la comunidad de Doxey en Tlaxcoapan, sin embargo el festival continuará hasta las 22 horas de hoy, por lo que la gente aún puede acudir para disfrutar de todo lo que se oferta en esta comunidad, mientras que la venta de flor se aplazará hasta el próximo dos de noviembre último día de venta, ya que por ser de temporada será difícil que posterior a la celebración del Día de Muertos, se pueda vender.

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