A ritmo de jazz y la lectura del capítulo 7 de “Rayuela” se presentó la edición conmemorativa de esta novela que, a decir del premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, no es la gran obra de Julio Cortázar porque con el tiempo se irá “empequeñeciendo”, pero representó para la época una novela “rara”, que expresa lo mejor que hay en el ser humano e impulsó la rebeldía de movimientos como el París del 68 y el México de Tlatelolco.
“¿Es la más grande obra de Cortázar? Yo creo que no, probablemente el Cortázar más duradero, el Cortázar eterno será el de los cuentos, yo creo que él fue un cuentista excepcional que tiene pocos equivalentes con los escritores de su época en el mundo fantástico”, afirmó Vargas Llosa al presentar la novela que se convierte en el décimo segundo título de la colección que editan las academias de la lengua española, y que se suma a “El Quijote” y “Cien años de soledad”.
En la presentación en la que también estuvieron Sergio Ramírez, Santiago Muñoz y José Luis Moure, Vargas Llosa profundizó en la riqueza que caracteriza el mundo de los cuentos de Cortázar.
Esta edición conmemorativa que es editada por Alfaguara, incluye el facsimilar de “Cuaderno de bitácora” y textos de Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Adolfo Bioy Casares, Mario Vargas Llosa, Andrés Amorós, Julio Ortega, Eduardo Romano y Graciela Montalvo, fue definida por Sergio Ramírez como una novela que tenía “la rebeldía inagotable como propuesta ontológica”.