Ante la desgracia presentada en Tlahuelilpan el pasado viernes 18 de enero, de la que se contabilizan hasta el momento 91 defunciones de gente que se encontraba recolectando gasolina en el ducto de Pemex en la comunidad de San Primitivo, no faltaron los políticos que dejaron ver la podredumbre de la que están hechos, personas carentes de moral, de humanidad y llenos de mezquindad que buscaron “raja política”, del incidente que tenía a cientos de familias en la angustia y a decenas en la desgracia.
Las redes sociales dieron de qué hablar, pronto se llenaron de opiniones divididas, entre los que defendían al gobierno federal, los que se congratulaban de la desgracia ocurrida, los que cuestionaban el actuar de las fuerzas armadas, entre otros. Pronto el Twitter y el Facebook se convirtieron en la sala inquisitorial en donde parecía que objetivo era responsabilizar a alguien, a quien fuera, de la tragedia ocurrida.
Y entre estos no faltaron los militantes del Partido Acción Nacional (PAN), quienes con disfraz de gran jueces comenzaron a repartir culpas, tal fue el caso del esposo de la presidenta municipal, Daniel Ludlow Kuri, así como su íntimo amigo (sin olvidar los madrazos que estuvieron a punto de ponerse cuando Yolanda Tellería estuvo a punto de quedarse sin registro como candidata a la presidencia de Pachuca), Asael Hernández Cerón, el diputado de los huevos (el que subió a tribuna del Congreso local con una bolsa de producto de gallina).
Ambos panistas, comenzaron a repartir culpas y es que si no fuera porque tienen criterio y han superado el terrible fracaso que tuvieron en las pasadas elecciones, creeríamos que ya la agarraron personal contra el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, a estas alturas creeríamos que son “unos ardillas”.
Sin embargo fue Asael Hernández Cerón, el diputado local, y exdirigente del PAN en Hidalgo, al que la trompa se le hizo como de olán, ya que con el corazón antes que con el cerebro, publicó en redes sociales un mensaje que de inmediato fue recriminado por la gente, quien no lo bajó de insensible, inhumano, mezquino, trepador, y otros adjetivos que para qué repetirlos. Este acto además de ser mal visto, hizo parecer que el “político”, buscaba sacar “raja política”, ya que mientras opina de temas que le quedan relativamente lejos, en lo que concierne a su papel de diputado y a su bancada, no ha podido atender asuntos porque andaba de viaje, enseñando las tetillas en una playa, eso sí mexicana.
Y los que ya no son tribus, ni son dirigentes pero que en sus conferencias todavía se desconocen y creen que hasta en los perros hay razas, son los del Sol Azteca, quienes también a leguas se vieron que intentaron hacer uso de la tragedia, para sacar un beneficio político, en la conferencia que realizaron en Pachuca para pedir culpables, mientras allá en Tlahuelilpan, la gente no podía pensar más que en las pérdidas humanas que se sumaban a cada instante.
Así de oportunistas se vieron los institutos políticos que al parecer desde la pasada elección no dejaron el contubernio que los amarró para siempre bajo el sello de la derrota pero que ahora como buitres intentan aprovechar la tragedia y desgracia humana para alimentarse políticamente de lo que ellos mismos se despojaron en el pasado.