Es lo que pretende la primer ministra británica
May pretende que todos los inmigrantes de la UE que entren en el país después de marzo se equiparen legalmente a los inmingrantes extracomunitarios
Theresa May sigue descartando entre tanto la posibilidad de reconocer los derechos a los más de 3 millones de inmigrantes de la UE que están en suelo británico, mientras no tenga garantías de un “acuerdo de reciprocidad” con los otros 27 países de bloque para garantizar los mismos derechos a los expatriado británicos.
Theresa May pretende acabar con la libertad de movimientos de los inmigrantes de la Unión Europea antes de un mes, en cuanto active el artículo 50 del Tratado de Lisboa.
La intención de la ‘premier’ británica choca frontalmente con la postura de Bruselas, que está presionando para que el “corte” efectivo de la inmigración de la UE sea en 2019, cuando se consume la salida del Reino Unido.
“Si esperamos tanto tiempo, podemos acabar teniendo en nuestro país a media Rumania y o media Bulgaria”, reconocieron fuentes del Gobierno británico al diario conservador ‘The Daily Telegraph’.
Las mismas fuentes admitieron que la Comisión Europea ha estado presionando “para forzarnos a proteger a todo aquel que llegue hasta el momento mismo de salida de la UE”.
La intención de May es poner una “fecha límite” para la entrada de inmigrantes de la UE que probablemente coincidirá con el momento mismo del “pistoletazo” de salida, que podría llegar el 9, el 15 o el 30 marzo, según las diferentes versiones que han circulado hasta la fecha.
El ex ministro de Pensiones y Trabajo y ‘brexitero’ mayor Iain Duncan Smith confirmó la intención de la “premier”:
“Theresa entiende que si queremos recuperar el control tenemos que asumir el mando desde terreno alto. Ella marcará con una fecha límite con claridad, dado que la Unión Europea parece cada vez más confundida y malintencionada”.
El Gobierno británico pretende pues que todos los inmigrantes de la UE que entren en el país después de marzo se equiparen legalmente a los inmigrantes extracomunitarios , que estén sujetos al mismo régimen de visados de trabajo y no tengan acceso a la asistencia sanitaria y social como hasta ahora.