RELATOS DE VIDA
Quisiera ser como un elefante… para que mi tamaño causara miedo en la gente, principalmente en aquellos que me han hecho daño, aquellos “amiguitos” que se burlan de mí por estar gordito diciéndome “bola de manteca”.
Quisiera ser como un elefante…para atacar con furia a esas personas que hablan mal de mi familia, de mi mamá por estar soltera, de mi hermano por ser discapacitado y de mí por la apariencia robusta, derivado un poco de la genética y de mi forma de comer.
Quisiera ser como un elefante… para no olvidar las buenas experiencias, los bonitos recuerdos, las hermosas imágenes de la convivencia con mi madre, hermano, tíos, abuelos, y los amigos que no les importa mi imagen de sobrepeso.
Quisiera ser como un elefante… para que la inteligencia me ayudara a superar las dificultades que tengo en las labores escolares, también para diferenciar a los buenos de los malos, y saber alejarme o defenderme a tiempo, de éstos últimos.
Quisiera ser como un elefante… para tener la capacidad también de ayudar a quien más lo necesita y dar amor a quien lo requiere; para expresar mis sentimientos sin pena o duda.
Quisiera ser como un elefante.. .para ser considerado sagrado como en la India, recibir no solo homenajes o ser festejado, sino también peticiones y ayudar desde un plano más espiritual, como un intermediario.
Quisiera ser como un elefante… y estar dibujado en la piel de muchas personas, por el significado de seres benevolentes, inteligentes, simpáticos, impresionantes, gordos pero hermosos… y si pudiera tener orejas grandes como “Dumbo”, mejor, para poder volar y visitar a la familia y amigos que viven lejos, y conocer los lugares que probablemente jamás llegaré a visitar.