Quebec arriba al Museo del Templo Mayor

En el acervo de los pueblos iroqueses que el público podrá admirar, destacan ollas de barro, pipas, herramientas de trabajo y de la vida cotidiana, como punzones, puntas de flecha, metates y arpones

 

El Museo del Templo Mayor exhibirá, a partir del 13 de octubre, la exposición Iroqués, visión arqueológica de una antigua cultura de Quebec, en la que por primera ocasión se reúne un centenar de vestigios arqueológicos hallados en Quebec, Ontario (Canadá), y en el estado de Nueva York (Estados Unidos), que darán cuenta de la vida cotidiana de este pueblo que —hacia el año 800 d.C. aproximadamente— adoptó el maíz como alimento básico para su subsistencia, cambiando así la fisonomía de la América septentrional.

 

La muestra, organizada por el Museo de Arqueología e Historia de Montreal Pointe-à-Calliѐre y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), llega a México en reciprocidad por la exposición Los aztecas, el pueblo del sol —que se presenta en Montreal—, la cual ha recibido a casi 130 mil visitantes y finalizará el 25 de octubre.

 

En el acervo de los pueblos iroqueses que el público podrá admirar, destacan ollas de barro, pipas, herramientas de trabajo y de la vida cotidiana, como punzones, puntas de flecha, metates y arpones, además de vestigios europeos del siglo XVI y granos de maíz carbonizados, entre otros.

 

La comisaria de la muestra, Elisabeth Moreau, dijo en el recorrido que dirigió por la exposición que los iroqueses fueron por muchos años nómadas, acampaban en las márgenes del río San Lorenzo para abastecerse de pescado y después se dispersaban para cazar, generalmente durante los crudos inviernos.

 

Este grupo indígena se desarrolló a partir del año 500 y hasta el siglo XVI, cuando desapareció o se dispersó sin dejar vestigios. Incluso por muchos años se pensó que era una leyenda. Sin embargo, en los últimos años las investigaciones arqueológicas han arrojado evidencias de su existencia.

 

Durante el siglo XX, los trabajos arqueológicos canadienses permitieron hallar restos de cerámica con patrones geométricos y representaciones de mazorcas de maíz en el borde, que los expertos determinaron como característicos de esta cultura de Quebec.

 

Eric R. Mercier, delegado general de Quebec en México, subrayó que la exposición constituye uno de los 250 proyectos generados a través del Grupo de Trabajo México-Quebec, e ilustra la sólida y fructífera relación que une a Quebec con México.

 

Francine Lelièvre, directora general del Museo de Arqueología e Historia de Montreal, Pointe-à-Callière, señaló que están muy satisfechos por el intercambio, ya que aproximadamente 150 mil personas han visitado la exposición Los aztecas, en Montreal. “Estos pueblos tienen raíces comunes que tenemos que subrayar y celebrar”.

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