PULSO DEL MEZQUITAL
Nadie sabe a ciencia qué pasa, pero en este país los ricos también lloran, a pesar de miles de millones de dólares en sus carteras, también sienten. Pone el cuero de gallina, nomás de imaginar cuando Banorte perdió unos miserables millones de dólares, o Carlos Slim quien en un día se le escaparon de sus manos unos centavos más centavos menos, nueve mil millones de pesos diarios por la cancelación del aeropuerto. Lógicamente, como sucede en estos casos, los resentidazos sociales no son para nada solidarios, sólo porque la miseria es la riqueza con la que otros se dan el gusto, que detrás de un gesto adusto a ser pobres se resisten.
Pero mientras unos se quejan otros no amanecen, porque ante todo hay prioridades, mientras algunos quieren su aeropuerto de regreso y cancelar las consultas ciudadanas, otros andan así tipo ¡mi aguinaldo estúpida!, demostrándonos que esto de la vida es una rueda de la fortuna, uno no sabe cuándo puedes estar abajo, en una especie de karma godinezca, que se nos cobra cuando nos robamos los clips de la oficina o el tupperware del compañero o cuando nos echamos su lunch.
Así andan de capa caída muchos trabajadores de ayuntamientos de Hidalgo, quienes desde la quincena pasada recibieron un moche en sus salarios y con el riesgo que no les paguen su aguinaldo, todo porque Hacienda le recortó dinero a los municipios dejándolos en una crisis financiera que dan ñañaras solo de pensarlo.
Por tratarse de un sector denominados fifís, han sido blanco de burlas, chascarrillos y hasta reclamos, que por tratarse de servidores públicos, deberían donar su lana para el pueblo y sino que renuncien. Esta nueva etapa en la vida pública de México, existe un odio jarocho hacia todos aquellos que han llegado al éxito, sobretodo en la política o en los negocios. Sin embargo, haciendo una tesis de por qué suceden estas cosas, uno concluiría, que es ya un asunto cultural de la gente nos señala, nos apuntan con el dedo, susurran a nuestras espaldas, solo por estar no donde dan sino donde hay.
En esta tragicomedia de nosotros los pobres y ustedes los ricos, todo circula alrededor del condenado dinero, más ahora que se acerca el fin del año, ya no saben cómo chisparnos nuestro aguinaldo, desde los clásicos hondureños en los semáforos, quienes con voz sutil nos dicen, oye papi, un moneda que te sobre papi es pa’ comer, voy pal norte y me quedé atorado aquí papi chulo, pero hay otros que usan sus poderes divinos como el señor San Miguel Arcángel de El Carrizal en Ixmiquilpan, quien en una estrategia imposible, hace a las almas terrenales a caer en la tentación, pero pues en el arca abierta hasta el más justo peca.
Algo así de celestial vivieron tres amantes de lo ajeno, quienes ingresaron a su capilla y vieron que ahí estaban las limosnas, como abandonadas y dijeron, pues ahora es cuando, lo interpretaron como invitación a llevarse ni más ni menos que 120 pesotes en pura morralla y esa fregadera como suena, además que quedaron grabados en el circuito cerrado y más tardaron en cometer el delito que les cayera la chota, invitándolos amablemente a subirse a la patrulla para llevárselos a la barandilla.
Un grupo de fans de San Miguelito, llegaron, rompieron los candados y se llevaron a los detenidos para cobrarles 300 mil pesos, obvio en billete. Nombre si les digo, estas sí son buenas ideas para sacar lana en tiempos de crisis.
En corto:
• Alcaldes de Hidalgo, mantendrán hoy una nueva reunión para definir la solución al recorte presupuestal que afecta el pago de nómina de los trabajadores.
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