RETRATOS HABLADOS
Al paso de los últimos días de campañas políticas, crece la sensación de que la contienda no terminará, como debiera ser, el 5 de junio cuando, a eso de las 22 horas, el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo, dé a conocer los resultados del Conteo Rápido que, todos sabemos, anticipa con veracidad casi absoluta, el nombre de la persona que gobernará nuestra entidad a partir del 5 de septiembre, cuando rinda protesta para el cargo, y luego que se declare la validez de los comicios y se entregue la Constancia de Mayoría a quien haya obtenido el mayor número de votos, esto el 12 de junio.
Se antoja que vendrá un largo período ante los tribunales electorales, local y federal, en que se plantee incluso la anulación de todo el proceso, por la simple y sencilla razón de que en esta elección se juega su futuro no solo el Revolucionario Institucional, que difícilmente tendrá posibilidad de recuperar terreno rumbo al 2024, sino el Movimiento de Regeneración Nacional, y más que eso, el presidente de la República, que sabe que debe asegurar que quien lo suceda represente al 100 por ciento su propio pensamiento y le sea más que leal para coronar lo que llama La 4T.
Así que Hidalgo es fundamental para el morenismo, porque de ganar la gubernatura, buscarían a toda costa colocarlo en el imaginario popular como la caída definitiva del PRI, en una entidad que gobernó prácticamente desde el arranque de su propia historia como entidad federativa, y que por ese hecho representa un bastión emocional para quienes niegan que el tricolor pueda entrar en una espiral irremediable de extinción.
Lo contrario, que gane el Revolucionario Institucional, sería un golpe dramático, con graves consecuencias para el partido oficial, Morena, pero sobre todo en la humanidad de Andrés Manuel López Obrador, quien asumió prácticamente de manera personal el esquema de campaña del candidato Julio Menchaca Salazar, porque sabe lo que representa para su movimiento herir en el corazón una de las bases cautivas del voto priísta.
Sin embargo, para ninguno de los dos aspirantes con posibilidades reales de ganar –Carolina Viggiano y Menchaca-, se presenta un panorama tranquilo una vez que se cierren las casillas y proceda el grupo de científicos al análisis de los resultados del Conteo Rápido. Por el contrario, apenas empezará el que se antoja será también, uno de los procesos judiciales antes los Tribunales del Estado y Federal, más largo y complicado de que se tenga memoria.
Por supuesto este escenario es el menos deseable, pero solo la victoria contundente de uno de los dos anotados, Viggiano y Menchaca, impedirá la judicialización de esta, la elección más importante en toda la historia de Hidalgo.
En tanto el reloj avanza, y confirma la frase de Juan Gabriel: “Dios perdona, pero el tiempo a ninguno”.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta