En desfile de la victoria sobre los alemanes
• “Eficaz e igual para todos”, afirmó
“Estos desfiles y marchas no buscan blandir armas y atemorizar a alguien. Se celebran en honor a los vencedores”, dijo Putin
Más de 13.000 soldados desfilaron durante una hora por la histórica plaza, por donde también pasaron los misiles de crucero Iskander y las baterías antimisiles Tor y Buk, piezas de artillería, tanques y blindados.
También rodaron frente al Kremlin y el mausoleo de Lenin los misiles antiaéreos S-400 (Triumph) adquiridos recientemente por Turquía, en vez de los Patriot estadounidenses, lo que provocó el enfado de Washington y una condena de la OTAN.
Como ya es tradición, la estrella de la parada fue el legendario tanque T-34, que hizo estragos en las las alemanas durante la conocida en este país como Gran Guerra Patria, pero también tuvo protagonismo el tanque de nueva generación Armata.
Veteranos con condecoraciones soviéticas en el pecho fueron invitados a asistir al desfile, mientras cientos de miles llenaron las calles de la capital rusa para ver el paso de los últimos ingenios militares.
Eso sí, las malas condiciones climatológicas impidieron que surcaran los cielos como es habitual los cazas de última generación, los bombarderos estratégicos y los helicópteros de asalto.
“Todos estos desfiles y marchas no buscan blandir armas y atemorizar a alguien. Se celebran precisamente en honor a los vencedores”, comentó Putin, quien insistió en que el objetivo es conseguir que lo ocurrido en la contienda jamás se repita “en la historia de la humanidad”.
La tradición de conmemorar el Día de la Victoria con un desfile se rompió en 1991, año en que se desintegró la URSS, práctica que su sucesor, la Federación Rusa, retomó en 1996.
En 2008, año en que Putin cedió el Kremlin para asumir el cargo de primer ministro hasta 2012, también se recuperó la costumbre de exhibir misiles y armamento pesado en la Plaza Roja.
Como había adelantado el Kremlin, ningún mandatario occidental acompañó a Putin durante el Día de la Victoria, evento boicoteado por EU y la Unión Europea desde la anexión rusa de Crimea en 2014.