Terminator Trump debe moderar sus gritos histéricos
El presidente ruso condena el último lanzamiento de un misil norcoreano pero reclama “diálogo”
EU ha exigido mayores sanciones contra el programa de armamento nuclear y balístico de Corea del Norte. El Consejo de Seguridad de la ONU celebrará este martes una reunión extraordinaria, a petición de Washington, Seúl y Tokio
Rusia se desmarcó de las presiones de EU hacia Corea del Norte y reclamó que se deje de “intimidar” a Pyongyang. El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó la última prueba de misiles de Corea del Norte de “peligrosa” pero ha reclamado se retome “el diálogo” con el régimen de Kim Jong-un, para resolver las tensiones en la península coreana.
“Estamos absolutamente en contra de la expansión del club de potencias nucleares”, dijo Putin en rueda de prensa tras la clausura de la cumbre sobre la nueva Ruta de la Seda que había organizado China en Pekín. La prueba del misil el domingo, que Corea del Norte aseguró se trata de un nuevo modelo capaz de transportar una cabeza nuclear, es “contraproducente, dañina y peligrosa”. Pero, subrayó, la disputa sobre el programa de armamento norcoreano debe resolverse por la vía diplomática.
“Debemos dejar de intimidar a Corea del Norte y encontrar una solución pacífica al problema”, declaró el jefe de Estado, que se alinea así con las posiciones que ya ha expresado China, el gran aliado de Pyongyang.
El misil que Corea del Norte probó con éxito el domingo es, según la agencia de noticias norcoreana KCNA, un cohete tierra-tierra Hwasong-12, que recorrió 787 kilómetros y alcanzó una altura de 2.115 kilómetros antes de caer “en el punto preciso previsto”. El cohete se precipitó sobre el mar de Japón, a unos 500 kilómetros de la costa rusa. Esa localización suscitó un comentario sardónico de la Casa Blanca, que en un comunicado de reacción al lanzamiento indicó que el presidente Donald Trump “no puede imaginar que Rusia esté muy complacida”.
Los expertos están de acuerdo en que el lanzamiento parece marcar un avance en el programa de armamento norcoreano. El misil voló durante casi media hora, mucho más que otros cohetes probados con anterioridad. Su alcance también parece superior al de otros proyectiles previos.
El lanzamiento “representa un nivel de logro nunca visto antes en un misil norcoreano”, califico el ingeniero aeroespacial John Schilling. El cohete “hubiera recorrido una distancia de cerca de 4.500 kilómetros si se hubiera lanzado para alcanzar su máxima trayectoria”.