Debajo del árbol adornado con esferas azul y oro, los Pumas han puesto su cartita a San Nicolás. La lista no es larga, aunque los obsequios solicitados son difíciles de conseguir: coronas en el Clausura 2016 y la Copa Libertadores del mismo año.
Alejandro Castro es quien comparte los deseos del plantel que dirige Guillermo Vázquez. El subcampeonato de hace 10 días motiva a un grupo que ha aprendido a no ponerse límites, más allá de lo complicadas que luzcan las misiones.
“Las dos cosas son muy motivantes”, asegura el volante de contención. “Hay que ser conscientes de que será un semestre pesado, complicado, pero todos somos gente muy profesional y queremos ganar los dos torneos, dejar una buena impresión, como lo hicimos en el certamen anterior”.
“Sabemos que, para eso, debemos trabajar muy fuerte y nos encontramos preparados”.
Los universitarios volverán al torneo continental tras una década. Su más reciente participación (2006) fue bochornosa: últimos en la fase grupal, por lo que anhelan saldar cuentas.
“No me ha tocado jugar Copa Libertadores y sería muy bonito hacer un buen torneo”, reconoce el canterano cruzazulino. “Por experiencia de algunos compañeros, dicen que es inolvidable.