“Ni los veo, ni los oigo”

No cabe duda, que los de Morena también lloran, se quejan y se lamentan, ningún chile les embona, pese a que están en la antesala de echar al basurero de la historia a la mafia del poder, que por casi 100 años ha gobernado esta potencia mundial de pastes, barbacoa y huachicoleros. 

En estas condiciones, uno se imagina a los de Morena así, nivel de: y ponle limón, aguacate y jitomate extra, esperando solo el momento para gritar con voz al pecho, ¡es hoy, es hoy! Pero como en todo, nunca faltan los resentidazos sociales, esos que simple y llanamente a todo le encuentran y de todo se andan quejando de puras nimiedades. 

Por ejemplo, que el virtual candidato al gobierno de Hidalgo, Julio Menchaca, ha demostrado que lo bien aprendido no se olvida, sacando al priista que trae dentro de: “Ni los veo, ni lo oigo”, olvidándose de la militancia y los sectores que promovieron el surgimiento de Morena en Hidalgo. Y es que hasta uno, con las actuales condiciones, una pizca de soberbia no está de más. 

Aunque quizá sí se esté olvidando, que en el PRI, una pizca de rebeldía, era suficiente para que te sacaran tus trapitos al sol, si eras alcalde, tu cuenta pública, algún expediente judicial secreto guardado en la congeladora o algunas fotografías jocosas con poses comprometedoras, porque todos tenemos un secreto y un mundo que nos vigila, entonces, después de eso, a nadie le quedaban ganas de jugarle al demócrata o al rebelde, a menos que quisieran que los echaran al olvido o a la cárcel, a los que mejor les iba. 

Los signos de rebeldía, han comenzado en el Mezquital, en los municipios de San Salvador y Progreso de Obregón, que vienen siendo electoralmente los Tlaxcalas de Hidalgo, cuyos presidentes municipales, han encabezado movimientos no contra la mafia del poder, sino contra su propio partido y virtual candidato, a quien advierten, o firma acuerdos tangibles o bien, los militantes morenistas habrán de superar a los partidos políticos, o sea, en otras palabras, migrar a donde sí sean tomados en cuenta. 

Gracias a Dios, Carolina Viggiano, sí mantiene vivos los usos y costumbres del PRI, no, no hablo de saber hacer la operación cicatriz, de mantener el orden y la disciplina o de tomar en cuenta a los sectores del partido, no, hablo de colocar a amigos y familiares en puestos estratégicos. 

Nadie mejor que ella, para estar orgullosa de su retoño, nivel de doña Florinda con Kiko. Resulta, que en días recientes, nombró al diputado, Marco Antonio Mendoza Bustamente, como coordinador de su campaña, cuyo suplente es nada más y nada menos que su tesoro, Juan Pablo Beltrán Viggiano y quien en breve asumirá el cargo. 

Obviamente, los resentidos sociales, esos que están en contra de la superación personal, pegarán el grito en el cielo, lógicamente dirán, que el morro es producto del privilegio, que esa es la mafia que se busca erradicar, ¡ay en serio!, o sea, los resentidazos siguen sin creer en los milagros y en las casualidades. Quizá si a un hijo suyo no le está yendo bien en la vida, es porque tal vez usted no se está esforzando, para heredarle alguna empresa, algún rancho, algunas acciones o un puesto de elección popular.

En corto:

• Tras la renuncia del titular de Seguridad Pública en Ixmiquilpan, se anunció que ya se analizan nuevos perfiles, dejando a un lado al gobierno de Hidalgo y de paso al programa Mando Coordinado.

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