¡Morena, me agarra la preocupación!

Ya no puede uno pretender a una fea, porque nunca faltan los comentarios mal intencionados de aquellos, resentidazos sociales, que piensan que porque uno es fifí o resultado del privilegio, no tenemos sentimientos puros. Qué culpa tiene uno de estar no donde dan, sino donde hay. Por eso es injusto, que vean a Julio Menchaca, Francisco Xavier y a Cuauhtémoc Ochoa, como meros arribistas, que su pasado en la mafia del poder, no compaginan con los principios de quien ahora pretenden. 

Con 52 aspirantes a la candidatura de Morena al gobierno de Hidalgo, nosotros decimos que es resultado de la democracia y el deseo de servir a Hidalgo, aunque obviamente, los resentidos sociales sostienen, que se acabaron esos tiempos, cuando en este partido se había colocado un letrero con la leyenda de “nos reservamos el derecho de admisión” y ahora coloraron otro, el de “se recibe cascajo”.

Se extrañan aquellos tiempos, cuando a la fea del salón solo se le invitaba a bailar por razones de una apuesta, todo se tomaba a guasa y se guardaba para el anecdotario por los siglos de los siglos. Pero hoy, esos temas de inclusión, han llevado a que todo eso quede en el pasado, tiene razón Laurita Zapata, enemiga pública de “las zarrapastrosas”, de un tiempo a la fecha, las feas tienen una suerte que obvio las bonitas desean. 

Eso mismo pasa en política, donde la Morena de López Obrador, que hasta hace unos años, solo para los inadaptados sociales era atractiva, pero hoy hasta los fifís se pelean por ella. Uno podría esperarlo de cualquiera, pero de eso a que priistas y panistas, que son excluyentes y clasistas por excelencia, la cortejen, sí dan ñañaras. 

Aunque los morenistas, deberían estar orgullosos, que alguien como Julio Menchaca, pretenda encabezar su movimiento rumbo al gobierno de Hidalgo, sobre todo alguien de su clase y buen gusto. Pues él, es reflejo del éxito y de vivir bien, tanto, que viaja en jet privado, cuyo costo por hora, es centavos más, centavos menos, unos 50 mil miserables pesos. 

Ante tanto resentidazo que hizo un escándalo por esa nimiedad, por centavitos que uno encuentra rascándose el bolsillo, tuvo que salir a decir que sí, que efectivamente viajó en un jet privado a un evento político, pero que no lo pagó de su bolsillo, sino que le dieron un raid.  

N’ombre, hasta dan ganas de pedirle una disculpa, uno pensando mal y él haciendo un esfuerzo por ir en contra de los principios de Morena, donde se puede perdonar a un violador, a un presunto culpable, pero jamás a alguien que viaje en avión privado. Asumir estos riesgos en estos tiempos, o es para dárselas de muy machos y confiar en alguien, que seguramente también viajó en el mismo jet, pero como siempre, rajó y fue con el chisme. El pecado en estos tiempos de viajar en un alas de hierro privado, tiene sus consecuencias, a algunos les ha costado el cargo y la luna de miel, no vaya ser que a él, la gubernatura y entonces sí, del puro despecho, se regrese al PRI, donde esas cosas son irrelevantes y para alguien de su categoría, qué son 50 mil chuchulucos por hora, nada, al contrario, dan prestigio y estilacho.

En corto:

• Mañana, se podría violentar la elección del administrador del mercado Morelos, los ánimos entre comerciantes, se han complicado, debido a que el gobierno municipal, no ha logrado consensuar con los dos grupos en pugna.

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