“Se veía venir”
Pocas veces podemos ver un choque de trenes con tantos daños colaterales y no precisamente me refiero a la relación bilateral entre nuestro país y Estados Unidos, donde ya no sabe quién es el que quiere joder a México, si Mr. Trump o el licenciado Peña. Aunque aquellos resentidos sociales que lo acusan de haber balbuceado en vez de sacar al patriota que lleva dentro, deben saber que ante un idiota no hay que caer en su juego, hay que ignorarlo, pisotearlo, castigarlo con el látigo de nuestro desprecio, insultarlo; obvio, hablo de Trump, porque nuestro preciso a lo único que alcanzó atinar es que castigará a los gringos con sus aguacates, algo así como dejar de enviarle nuestro producto nacional y emprender una campaña de consumir lo nuestro, por ejemplo cambiar nuestros póster de Madonna por Yuri o Bradt Pitt por Erasmo Catarino.
Pero, en realidad me refiero a los del Movimiento Cinco de Enero en Ixmiquilpan, algo así como el del dos de octubre no se olvida, una especie de caldo de cultivo que aprovechan esos que tienen mucha sangre de Zapata y Pancho Villa, aquellos que exigen muerte al mal gobierno, que pactar o negociar no estaba en los principios a menos que fuera bajar el precio de los combustibles, echar abajo las reformas neoliberales y la renuncia del presidente Peña, ya sé, pare de reír.
Por eso hicieron levantar cejas ajenas, cuando se dio a conocer que sí hubo acuerdos en lo oscurito, de noche, hasta de madrugada, con el gobierno del estado. Resulta que fueron más unos los vivos que se aprovecharon de los muertos, al fin y al cabo que los difuntos no hablan, ni oyen, ni comen, mucho menos piden algo, “total que para los vivos, gozo y para los muertos, pozo”.
Los resentidazos sociales seguramente dirán, que el diálogo con la autoridad es sano, pero también que en las mesas de negociaciones debieron como primer paso, exigir la renuncia del Secretario de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH), Mauricio Valdemar Saavedra quien daría la orden de atacar a los manifestantes el cinco de enero, los avances de la investigación, una disculpa pública, cosas banales, porque obviamente los negociadores o sea los voceros del movimiento les pareció que hay cosas más importantes, como tener unidades de auxilio turístico, una ambulancia para los balnearios y un centro de operaciones, que aclarar qué sucedió aquel cinco de enero, a esto se le llama resistencia, lucha social, ¡chingao!
Y lo que quizá más hizo fruncir la ceja, fue que el partido, la esperanza de México, o sea Morena, cumplió con el protocolo de todo partido político de izquierda que presumía y se jacte de serlo, es decir, hacer bloqueos a la menor provocación, abanderar la causa, acusar al gobierno de asesino, neoliberal y después sentarse a pactar con él. Esto es tener respeto a nuestros usos y costumbres, pésele a quien le pese.
Y lógicamente como pasa en estas cosas, los “Contreras” esos que nada les embona, salieron a desconocer los acuerdos, sólo porque se les olvidó ligerísimos detalles, como por ejemplo: el compromiso del gobierno de Hidalgo para buscar soluciones y dar reversa al gasolinazo o la atención hacia las víctimas, incluyendo a las familias de los dos jóvenes muertos, dividiendo así el movimiento, o sea nada les parece, carajo.
En corto:
• Este fin de semana, fue desconocido como vocero del movimiento 5 de enero, a Lorenzo Bautista, perredista que se ha involucrado en la manifestación desde el dos de enero.
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