¡Borracho se lo llevaron, borracho lo queremos!
Insisto, los mexicanos administramos el rencor y el odio para momentos precisos, conservamos desde momentos imborrables en el basurero de nuestra memoria hasta fotografías comprometedoras, que sacamos a la luz contra esa persona que nos hizo la vida de cuadritos o que nos cae gorda, por él siempre hecho de hacerla sufrir o hacerle pasar un disgusto, dándole una sopita de su propio chocolate.
Justo cuando uno empieza a triunfar, salen a relucir novias despechadas, amigos resentidos o fotografías en situaciones bochornosas. Para los resentidos sociales, es hasta un asunto de catarsis, pero para quienes padecemos el escarnio público, ya no sabe uno dónde meter la cabeza, por la vergüenza o por andar dando explicaciones, tipo “esas son puras mentiras, esa noche yo no andaba ahí…”.
En estos tiempos, esta sociedad de cristal, que por todo se enoja, todo le parece mal o todo le ofende, las pedas ya dejaron de ser las pedas de antes, porque nunca falta un defensor de derechos humanos o un fulano mala leche, que distorsione esos momentos de delirante placer. Antes era muy divertido maquillar al que se quedaba dormido, grabar al que se vomitaba, el que lloraba cantando o el que se nos caía y nadie se molestaba, era parte del anecdotario y hasta lo tomaba uno a guasa.
No sabemos cómo fue, pero pasó, al candidato del PRI de Nicolás Flores, Obed Badillo, lo fotografiaron con unas copas de más, dormido, con la boca abierta y la panza para arriba y lógicamente, los resentidos sociales pegaron el grito en el cielo, por el ligero detalle, que la dormidita se la echó en el jardín principal del municipio que quiere gobernar.
Todo pasó después de una noche de copas, una noche loca, según se lee en el relato. Tras la difusión de la fotografía, se acusó al equipo del PAN, de estar promoviendo la guerra sucia a través de este tipo de publicaciones y recordaron, que el expresidente municipal, Nicolás Elizalde, principal operador en esta campaña, enfrenta un proceso penal por el delito de abuso sexual agravado.
Y lo que pudo ser una travesura entre candidatos, en otros lados la guerra es de frente y sin tregua. La candidata, Dulce María del municipio de Zimapán, para dárselas de bien macha, ha incrementado en sus redes la publicidad contra su oponente más cercano, el del PAN, Alan Rivera.
Mediante fotografías, donde se da cuenta de la violencia vivida en el gobierno panista del hermano del hoy candidato, la candidata reflexiona, que ella no quiere un municipio inseguro, o sea, echándole de habladas a su oponente, que de ganar el PAN, la inseguridad se habría de institucionalizar.
Solo esperamos que no salgan los resentidos sociales, para recordarle a la candidata, que siendo diputada federal, lo único por lo cual se le recuerda, es haber aprobado la Reforma Energética y que para ello, se le puso precio a su voto. Porque insisto, nunca falta el resentido social, que todo se lo guarda en su memoria, para los momentos justos y sacarlos a relucir. ¡Ay no, que feo caso!
En corto:
* Sigue imputada la candidatura de Morena en Actopan, se espera que el martes se dé la resolución definitiva.
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