• ¡La gente rumora, que alguien del pueblo está estrenando amante!

El orgullo de los hidalguenses, no sólo se limita a la producción de barbacoa y de pastes, sino en algo que se llama desobediencia social pacífica, una cosa que nos está haciendo sobresalir como estado. Obviamente, al gobierno federal y al del estado, no les gusta nada la idea, pero pues una revolución no se gana con un chocolate en la boca y se requiere más que de valor, de gente resuelta. 

Lamentablemente, el gobierno siempre de aguafiestas, justo cuando le estábamos agarrando gusto a la nueva normalidad, bueno, nuestra nueva normalidad, llegan a hacerle bien de tos, sólo porque nuevamente pusimos en riesgo la salud pública, devolviéndonos al semáforo rojo de riesgo epidémico. Ya solo falta que nos tengan en un concepto de tercermundistas, irresponsables, irracionales y de mal gusto, solo por ser unos hijos desobedientes. 

En serio que en nuestro estado ya no hay libertades, hay cosas que nos ponen de muy mal humor, porque ya no son los mismos tiempos de antes, cuando uno podía hacer su despapaye, sin que nadie nos dijera nada, más si el desmadroso es presidente municipal, en automático se obtenía un escudo protector de me protejo, me protejo, me protejo, y a lo mucho sería nuestra jefecita, la que con esa autoridad sacrosanta llegará con chancla en mano y nos dijera: aquí me obedeces, porque soy tu madre y me respetas, no me importa que seas el presidente y entonces sí, a uno no le quedaba de otra, que la de bajarle o por lo menos ser más discreto. 

Ahí está el caso del presidente municipal de Ixmiquilpan, Pascual Charrez, que lo tienen en capilla, sólo por tener algunos pecados, de pensamiento, palabra, obra y omisión, asimismo, por juntarse con unas amistades ligeramente peligrosas, denominados en el bajo mundo como “Los Hades”, dedicados entre otras cosas, a la distribución de droga, robo de combustible, entre otros pecadillos y travesuras. Lógicamente, los resentidos sociales, esos que se sienten la última Coca-Cola del mundo, quisieran crucificar al alcalde, por haber empeñado la seguridad del municipio y por haber escalado la corrupción al límite de la tolerancia. 

Afortunadamente, el alcalde tiene un corazón de hierro, los chismes le vienen flojos, es como la maestra Elba Esther, o sea, no se arruga. En una nueva faceta, la semana pasada, se inauguró como gasero, todo comenzó con una especie de nuevo programa, mediante el cual, con una copia de su credencial de elector, literal le llenan el tanque, sin albur he. Los resentidos sociales, esos que solo están a la expectativa, documentaron lo que viene siendo un programa público para impulsar la candidatura del hermano del alcalde, Vicente Charrez, que según los que lo conocen, también está vinculado a las maldades que hace su carnal, ¡ay nanita!

Ya solo falta que digan, que el presidente necesita unas buenas nalgadas, aunque a estas alturas, lo bien aprendido ya no se olvida. Aunque los resentidazos, todo les duele, quizá porque no tienen tanta suerte en el amor como él, que anda todo tortolito el condenadote, obvio, mientras usted hace corajes, alguien más, duerme calientito.

  En corto

* Los aspirantes del PRI a alcaldes, ya fueron retratados y han grabado videos, para su probable campaña política.

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