¡Pónganse de acuerdo!
Los derechairos son el tipo de personas que te dicen: “a ver, tira un plato al piso; ahora, pídele disculpas”. No controlan sus impulsos y solo quieren ver arder el mundo, sin razonar ni evaluar sus dichos, solo el puro deseo de moler. Resulta, que andan muy molestos solo porque AMLOBB no fijó una postura respecto al conflicto entre Estados Unidos e Irán.
Lógicamente, Irán es de esos enemigos que uno no desea en la vida, es del tipo de compañeritos del salón que eran tímidos, callados, inocentes, pero que no se tientan el alma para cargar de balines su rifle de diábolos y darnos una descarga nomás por andarlos molestando. Una cosa es Bolivia y otra muy distinta es Medio Oriente, pero obviamente los derechairos, sacan de contexto las cosas y nomás andan de lengua suelta para ver qué pasa o porque ya no saben de qué opinar.
En esta crisis de valores de la derecha, si es que alguna vez los tuvieron, hay quienes antes de hundirse por completo, abandonan el barco, con el deseo de que alguien los rescate del naufragio político. Algunos ponen sus caras compungidas, contándonos sus casos de la vida real, como si con eso pudieran lavarse la cara de sus vidas pasadas.
Se dicen de izquierda, pero siempre se despacharon con la derecha. Por mucho tiempo se hicieron pasar como uno de nosotros, nos decían que sentían lo mismo y hasta ponían caras que sufrían nuestros dolores, pero en realidad eran una estrella del influyentisimo, la prepotencia, la arrogancia y el mal gusto. Es el caso de la UFIC, organización del PRD, que anunciaron su renuncia a su partido, haciéndose los interesantes y la buena onda, como si alguien se interesara por el cascajo o las migajas.
Quién diría que quienes fueran la mafia del poder dentro del PRD, Isidro Pedraza, Juan Ortiz y otros compinches, ahora se pongan en un farol ofreciéndose al mejor postor, no descartando que lleguen a Morena en las siguientes semanas, solo por el placer de decir: “me ves, y sufres”, porque a decir de ellos, tienen prácticamente el boleto de ingreso y no solo eso, sino también tienen al portero de su lado.
Mientras que algunos actúan de maneras misteriosas, dejando sus peores causas a sus mejores hombres, otros le juegan en contra al destino, pelándole los dientes nomás para que vean de qué lado masca la iguana y sin temor al qué dirán. El presidente municipal de Ixmiquilpan, Pascual Charrez Pedraza, quien nunca dice frío aunque lo cobije el hielo, ha puesto a competir a sus hermano y a su esposa, para sucederlo, esperando que en una de esas se consolide la coalición de Morena y del PT, partido donde nomás él y sus chicharrones truenan.
La lucha de vanidades entre la esposa del alcalde y su carnal, están a la orden del día, desde presuntos logros hasta posturas radicales y apañándose lo que no es de ellos, como terrenos y edificios públicos, la competencia se ha puesto color de hormiga. Esperamos que en esta pugna, no les vaya pasar lo que al arbolito de Navidad, porque bien puesto y todo, a la vista del público, vino el viento y se lo llevó.
En corto:
* A partir de hoy retornamos a este espacio, feliz Año Nuevo a todas y todos ustedes.
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