Puigdemont declara la independencia de Cataluña pero propone dejarla en suspenso

Aunque propone dejarla en suspenso
    •    “Si todo el mundo actúa con responsabilidad, el conflicto se puede resolver de manera serena. Por nosotros no quedará”


Puigdemont criticó el discurso del Rey. “El discurso de la semana pasada confirmó la peor de las hipótesis posible”, ha añadido, antes de añadir que Cataluña se ha ganado el derecho a ser un Estado independiente.
El presidente de la Generalitat Carles Puigdemont declaró la independencia de Cataluña pero pidió suspender, durante varias semanas, los efectos de esa declaración “para emprender un diálogo, para llegar a una solución acordada para avanzar en las demandas del pueblo de Cataluña”.
“Con los resultados del 1 de octubre, Cataluña se ha ganado el derecho a ser un estado independiente”, dijo Puigdemont ante el Parlament. “Si todo el mundo actúa con responsabilidad, el conflicto se puede resolver de manera serena. Por nosotros no quedará”, indicó.
Como justificación a su intención de asumir “el mandato del pueblo para que Cataluña se convierta en un estado independiente en forma de república”, Puigdemont hizo referencia a “un consenso amplísimo y transversal” que sostenía que el futuro “lo tenían que decidir los catalanes a través de un referéndum”.
Sobre el intento de diálogo con el Estado ha interpretado que la respuesta ha sido “una negativa radical y absoluta y combinada con la persecución de las instituciones catalanas”. “No somos unos delincuentes, ni unos locos, ni golpistas ni abducidos”, señaló Puigdemont en castellano. “No tenemos nada contra España y los españoles”, ha seguido para luego recurrir a la “relación que no funciona” para justificar su decisión.
El mandatario catalán agradeció la colaboración de todas las personas que colaboraron en la organización de la consulta, ha hablado de los “violentos ataques policiales” contra los manifestantes y ha tenido palabras de recuerdo para las más de 800 personas que fueron atendidas. El objetivo de las acciones policiales, acusó, era “sembrar el miedo”, en lo que ha calificado de un hecho sin precedentes en las democracias europeas. Previamente, Puigdemont advirtió que no se esperará de su intervención “ni amenazas de insultos”.
A partir de esa primera exposición, Puigdemont ha tirado del guión habitual del secesionismo para recordar la contribución de Cataluña a la modernización de España, su apuesta por la Constitución Española y “las 18 veces documentadas” que Cataluña ha intentado negociar con el Gobierno de todas las maneras posibles. En ese capítulo también ha tenido un recuerdo para la sentencia del Estatut de “infausto recuerdo” y ha añadido que “el pueblo de Cataluña reclama desde hace años libertad para poder decidir y no hemos encontrado interlocutores en el pasado ni el presente”.

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