- Auténticas poblaciones que, por una causa u otra, fueron abandonadas a su suerte. Los llamados “Pueblos Fantasma”, forman parte del inmenso acervo de atractivos turísticos
Sus calles y casas vacías expresan nostalgia. En estos lugares, hablamos envoz baja sin darnos cuenta, para no despertar a los espectros. Estos lugares cuentan parte de la historia de cómo fue la vida en ellos y los vemos como el escenario de un teatro que se ha quedado sin actores.
Varios de ellos fueron pueblos mineros que murieron cuando su principal actividad dejó de ser redituable, otros fueron azotados por desastres naturales y de algunos más no se conocen las causas, solo se sabe que ya nadie vive ahí.
Si lo tuyo es la quietud, la calma y la nostalgia por un México que ya no existe, puedes planear un viaje a algunos de estos enigmáticos lugares, que seguramente llamarán tu atención.
Mineral de Pozos, Guanajuato
Otro pueblo minero, que a finales del S.XVIII y principios del XIX, vivió su época de mayor prosperidad y llegó a ser considerada la comunidad minera más importante del estado. Ahí se extraían cobre, plata, oro, bronce, mercurio y aluminio. Existen varias versiones del por qué se convirtió en un pueblo fantasma. Se dice que a principios del S. XVI se dio el primer abandono de Mineral, debido a que las tribus chichimecas no les daban tregua. El poblado recuperó la prosperidad por la actividad de las minas alrededor de la época de la Independencia, para volver a caer en decadencia 100 años después. La leyenda dice que durante la Guerra Cristera, el sacerdote del pueblo murió asesinado y desde entonces el pueblo quedó maldito. También se dice que las tensiones de la Revolución, más una fuerte inundación, terminaron definitivamente con el pueblo. En 1982, el gobierno inició un programa para su recuperación, y hoy forma parte del programa de Pueblos Mágicos. Ahí pueden visitarse las minas de la zona y conocer otras leyendas de fantasmas.
Cerro de San Pedro, San Luis Potosí
Se dice que este pueblo fue el precursor de la capital del estado, la ciudad de San Luis Potosí. De hecho, la palabra potosí está inspirada en las minas bolivianas del mismo nombre, tan ricas como las de esta zona. La población fue próspera y productiva desde la época de la Colonia hasta el año de 1948, cuando una larga huelga provocó el cierre de la mina. Antes de abandonar el lugar, la empresa que la administraba dinamitó los tiros y cañones, dejándola inservible. Esto provocó el paulatino abandono de la población. Hoy, solamente unas cuantas personas habitan Cerro de San Pedro y viven principalmente del turismo que genera este pueblo fantasma. Existe una leyenda que dice que se te puede aparecer un niño que te ofrece tres naranjas de oro a cambio de que lo acompañes a jugar a la mina #NoVayas.