Home Orbe Protestas en Chile también tiene rostro de mujer

Protestas en Chile también tiene rostro de mujer

0

Se llama Karla Ruíz, pesa 45 kilos, la conocen como “Megera”, la diosa griega del castigo

“Hay escuderas, resorteras, picadoras, chicas apuntando con láser a los ‘pacos’ (despectivo con el que se conoce a los Carabineros)

EFE.- En el frente de batalla, lo que popularmente se llama en Chile la “primera línea”, la conocen como ‘Megera’, una diosa griega del castigo. No llega al metro y medio de altura, apenas pesa 45 kilos, pero Karla Ruíz se siente de todo menos pequeña.

Lleva tres meses enfrentándose a diario a los Carabineros (Policía militarizada) en el marco de las protestas contra el Gobierno chileno y en esta jornada no va a ser la excepción.

Se ajusta las gafas y la máscara -imprescindibles para sobrevivir a los gases lacrimógenos- y se cuelga un escudo de madera con un dibujo de un ojo sangrando, un homenaje a los cientos de heridos oculares que ha dejado la represión de la crisis más grave de la  democracia chilena.

“Hemos perdido el miedo. Yo lucho por mi madre, que es madre soltera y tiene que tener dos ‘pegas’ (trabajos) para llegar a fin de mes”, dice esta adolescente de 16 años de la periferia de la capital, minutos antes de adentrarse en la batalla urbana que se desarrolla en una de las calles aledañas a Plaza Italia, el epicentro de las protestas.

“MUJERES HACIENDO HISTORIA”: Dos pasos a la derecha de ‘Megera’, otra escudera con un casco rosa repele los perdigones de los agentes y unos metros detrás tres encapuchadas pican el pavimento para proveer de piedras a sus compañeros. No son la mayoría, pero las mujeres no son unas desconocidas en la primera línea.

Paula Mereira, una universitaria que está armada con un bote de agua con bicarbonato, una mezcla que ayuda a despejar las vías respiratorias y alivia la quemazón en los ojos que produce el gas lacrimógeno.

“Estamos empoderadas y hacemos lo mismo que ellos”, apunta Faviola Méndez, para quien el movimiento es por lo general “bastante igualitario”, aunque reconoce que siempre hay algún compañero que peca de paternalista: “Podemos cuidarnos solas”, agrega esta administrativa.