El oriundo de Mineral del Monte, permanecerá bajo la medida de reclusión, ello por el otro proceso que le siguen por los delitos de tortura y desaparición forzada
Como consecuencia del delicado estado de salud por el que atraviesa por su edad avanzada, el hidalguense Jesús Murillo Karam recibió el beneficio por parte de un juez federal que le concedió prisión domiciliaria al ex Procurador General de la República, quien actualmente se encuentra sujeto a proceso penal por el caso de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero.
No obstante, el oriundo de Mineral del Monte y ex gobernador de Hidalgo permanecerá bajo la medida de reclusión, ello por el otro proceso que le siguen por los delitos de tortura y desaparición forzada, en el que su defensa deberá buscar la misma medida cautelar.
En la información que se dio se reitera que el juez que conoce del caso consideró, qué por su deteriorada condición física y sus 74 años de edad, Murillo Karam, ya no representa un riesgo de fuga.
Si bien el juez federal le concedió prisión domiciliaria al ex procurador por su avanzada edad y motivos de salud, ante el proceso en su contra por tortura, desaparición forzada y delitos contra la administración de la justicia, relacionados con el caso de Ayotzinapa, este deberá permanecer detenido en la Torre Médica del Penal de Tepepan por el segundo proceso que se le sigue en su contra; por la presunta tortura y desaparición de “El Cepillo”.
Jesús Murillo se sumó al equipo del Presidente de la República Enrique Peña Nieto a finales de 2012, como procurador General de la República, sin embargo la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, ocurrida en el mes de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero, significó el principio de su ocaso.
Pese a que Jesús Murillo permaneció en el cargo durante poco más de dos años, su salida de la entonces PGR, fue la respuesta del gobierno de México al caso Ayotzinapa, pero durante su gestión estuvo al frente de sonados casos en México como la segunda captura en 2014 de Joaquín “el Chapo” Guzmán, exlíder del cartel de Sinaloa.
La investigación que estuvo a su cargo tras la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa en septiembre de aquel mismo año en Iguala, Guerrero, tuvo marcadas inconsistencias, fue lo que marcó su labor y le generó infinidad de críticas y peticiones para optará por dimitir al cargo.
Desde que realizó su detención a Murillo Karam se le imputó de los delitos de desaparición forzada, tortura y obstrucción a la justicia.
También el ex mandatario hidalguense creó una versión calificada como la “verdad histórica” y aunque inicialmente no había podido ser refutada, después se le detectaron inconsistencias.Por ello un 19 de agosto de 2022 de ella aceptó; “Se pudieron cometer fallas, pudo hacerse mejor, puedo aceptar algunos errores, pudo haber fallas, y aceptar cosas que se hicieron mal, pero ninguno la ha podido tirar”.
Ese mismo día Jesús Murillo Karam fue detenido y, según un comunicado de la Fiscalía reitero que, “colaboró con las autoridades sin oponer resistencia”.
Al ex fiscal también se le relacionó en una posible participación en tramas de contrataciones ilícitas de equipos de espionaje y aeronaves, de lo cual nada se le comprobó.
Actualmente, Jesús Murillo está acusado por los delitos de desaparición forzada, tortura y obstrucción de la justicia. La Unidad Especial de Investigación y Litigio del caso Ayotzinapa (UEILCA), pide 82 años de cárcel en su contra y el pago de una multa de 1.7 millones de pesos, además, el mismo organismo lo acusa de tortura y desaparición forzada, en el caso de Felipe Rodríguez Salgado, alias “El Cepillo”.
La historia del caso Ayotzinapa, revela que Rodríguez Salgado fue un presunto integrante del grupo delictivo Guerreros Unidos, ese cartel criminal que atacó a los estudiantes normalistas de Ayotzinapa y uno de los primeros detenidos por el caso; también denunció que sufrió de actos de tortura por parte de los investigadores del caso. Ambos casos avanzan en los juzgados en contra Murillo Karam.
Fue el inventor del “ya me cansé” y la “verdad histórica”
El caso pronto adquirió repercusión internacional y la presión para que la investigación liderada por la Procuraduría arrojara resultados también aumentó casi tanto como las dudas de los familiares de los jóvenes ante las respuestas que las autoridades ofrecían sobre la desaparición de los 43 normalistas.
Pocas semanas después de la desaparición, en una de sus múltiples conferencias para ofrecer detalles de las pesquisas, Murillo Karam protagonizó uno de los momentos más criticados de su carrera.
El ex procurador cortó las preguntas de los periodistas con un recordado “Muchas gracias, ya me cansé”, en un momento en el que la sociedad exigía respuestas concretas.
Aquella frase se convirtió en una especie de lema para quienes exigían justicia, hartos de la violencia y la impunidad reinantes en el país, y que protagonizaron protestas en las calles y en las redes sociales durante semanas con el hashtag #YaMeCansé.
En enero de 2015, Murillo Karam presentó lo que llamó “versión histórica” de lo sucedido con los 43 jóvenes normalistas.
La teoría apuntaba a que los estudiantes habían sido entregados al grupo criminal Guerreros Unidos, quienes los habrían asesinado e incinerado en el basurero municipal de Colula de Guerrero.
“Esta es la verdad histórica de los hechos, basada en las pruebas aportadas por la ciencia como se muestra en el expediente”, dijo Murillo Karam en aquella polémica intervención por la que recibió duras críticas de familiares de los jóvenes y organismos internacionales en desacuerdo con el transcurso de la investigación.
Un mes después, Murillo Karam dimitió y le cedió su puesto como procurador a la senadora del PRI, Arely Gómez González.
Por ser una de las autoridades presuntamente responsables de “alterar hechos y circunstancias para establecer una conclusión ajena a la verdad “, culminó con la detención del considerado “arquitecto de la verdad histórica” de Ayotzinapa.
Es así que Murillo Karam obtiene prisión domiciliaria, pero seguirá recluido luego de recibir el beneficio por su avanzada edad y su deteriorada salud, pero sólo en uno de los dos casos que tiene; pero el segundo delito que se le imputa lo mantendrá en prisión.
